La figura de Leire Díez, “fontachoni” del PSOE, ha irrumpido en la escena política española como un torbellino que sacude los cimientos de la credibilidad del partido socialista sanchista.
Los audios filtrados que la implican en maniobras para desacreditar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han generado un huracán de críticas, pero lo que resulta verdaderamente indignante es la narrativa oficial del PSOE, que insiste en presentarla como una simple “militante de base” sin vínculos relevantes con la cúpula del partido. Esta afirmación no solo es inverosímil, sino que insulta la inteligencia de los ciudadanos, especialmente cuando examinamos su trayectoria en cargos públicos y las preguntas que nadie en el PSOE parece dispuesto a responder: ¿quiénes la nombraron para esos puestos? ¿Cómo es posible que alguien sin experiencia acreditada ni oposición aprobada haya ocupado roles de alta responsabilidad en empresas públicas como Enusa y Correos?
Una trayectoria que desmiente el argumentario del PSOE
Leire Díez no es una figura anónima que apareció de la nada. Su historial está intrínsecamente ligado al PSOE y al gobierno de Pedro Sánchez. Díez fue teniente de alcalde en Vega de Pas, Cantabria, un cargo político que, aunque modesto, evidencia su conexión con el partido desde hace más de una década. Más revelador aún es su ascenso meteórico en empresas públicas tras la llegada de Sánchez a La Moncloa en 2018. Entre 2018 y 2021, Díez ocupó el puesto de responsable de comunicación en Enusa (Empresa Nacional del Uranio). Posteriormente, en noviembre de 2021, dio el salto a Correos, donde fue nombrada jefa del área de Relaciones Institucionales, un cargo que, según informes, no requería experiencia previa específica. Apenas tres meses después, ascendió a directora de Relaciones Institucionales, Filatelia, Estudios y Futuro, un puesto creado específicamente para ella, con un salario que superaba los 120.000 euros anuales más bonificaciones. En total, se estima que Díez ingresó más de 250.000 euros brutos en estos cargos públicos entre 2018 y 2023, según datos de Vozpópuli.
Estas posiciones no son menores ni improvisadas. Enusa y Correos son empresas públicas estratégicas, donde los nombramientos de alto nivel «suelen» estar sujetos a escrutinio. Sin embargo, Díez, sin un currículum que justifique tales responsabilidades, fue colocada en estos puestos sin pasar por ningún proceso de oposición. Esto plantea una pregunta inevitable: si Leire Díez no tenía vínculos relevantes con el PSOE, ¿cómo logró acceder a estos cargos tan bien remunerados? La respuesta más lógica apunta a un sistema de enchufismo político, una práctica que el PSOE ha negado reiteradamente, pero que los hechos desmienten con contundencia.
La opacidad de los nombramientos: ¿quiénes son los responsables?
El escándalo de Leire Díez no se limita a sus acciones, sino que pone en punto de mira la falta de transparencia en los nombramientos de cargos públicos. Los ciudadanos tenemos derecho a saber quiénes fueron los responsables de colocar a Díez en Enusa y Correos. Informes periodísticos señalan la cercanía de Díez con Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y número tres del partido, como un factor clave en su ascenso. Por ejemplo, The Objective reporta que fue Cerdán quien presionó para que Díez obtuviera el puesto en Correos, un movimiento que multiplicó por cuatro su salario respecto a su etapa en Enusa. Sin embargo, el PSOE se ha limitado a abrir un mísero expediente informativo sin medidas cautelares, evitando cualquier aclaración sobre quiénes tomaron las decisiones de estos nombramientos.
La falta de un proceso competitivo para estos cargos es alarmante. En un país donde miles de personas se preparan durante años para superar oposiciones y acceder a empleos públicos, el caso de Leire Díez es un ejemplo flagrante de cómo las conexiones políticas pueden sortear los mecanismos de mérito y transparencia. ¿Quiénes en el gobierno o en el PSOE autorizaron estos nombramientos? ¿Qué criterios se utilizaron para justificar su designación? La ausencia de respuestas a estas preguntas no hace más que alimentar la percepción de que el PSOE ha utilizado las empresas públicas como un coto privado para recompensar lealtades.
Una “fontanera” con acceso privilegiado
La narrativa del PSOE de presentar a Díez como una mera militante de base se desmorona cuando se analizan sus actividades. Los audios filtrados revelan que Díez se reunió con empresarios investigados por fraude, como Alejandro Hamlyn y Javier Pérez Dolset, ofreciendo supuestos beneficios judiciales a cambio de información para desacreditar a la UCO. Estas maniobras no son propias de una militante cualquiera, sino de alguien con acceso a círculos de poder y con la confianza de figuras clave del partido. Además, Díez ha sido vinculada a la Fundación Internacional de Derechos Humanos, una entidad que, según The Objective, se presenta con pretensiones de prestigio internacional pero que ha sido cuestionada por su opacidad. Su participación en esta fundación, junto con su historial en empresas públicas, sugiere que Díez operaba como una pieza estratégica en una red más amplia de influencias.
El PSOE ha intentado desvincularse de Díez, pero las evidencias apuntan a lo contrario. Su relación con Santos Cerdán, su presencia en Ferraz (sede del PSOE), y las fotos que la muestran junto a Pedro Sánchez y otros líderes socialistas contradicen la idea de que actuaba por su cuenta. Incluso tras la apertura del expediente informativo, Díez ha declarado en Espejo Público que espera que el PSOE la defienda, sugiriendo que sabe más de lo que el partido quisiera que se revelara.
Exigimos respuestas
El caso de Leire Díez no es solo un escándalo de audios comprometedores; es un reflejo de un problema sistémico en la gestión de las empresas públicas y en la cultura de opacidad del PSOE. Los ciudadanos merecen saber quiénes nombraron a Díez en Enusa y Correos, qué méritos presentó para justificar esos cargos, y por qué el partido ha tardado tanto en reaccionar ante las acusaciones.
Es intolerable que, en un contexto de creciente descrédito político, el PSOE esquive su responsabilidad y mantenga el silencio sobre los responsables de estos nombramientos. España no puede permitirse que las empresas públicas se conviertan en feudos de favoritismo político. Exigimos nombres, fechas y documentos que expliquen cómo Leire Díez, sin oposición ni experiencia relevante, llegó a ocupar cargos de alta responsabilidad. El PSOE debe responder y asumir las consecuencias de lo que parece ser un caso claro de abuso de poder.
Quizás mejor no saberlo.
Al igual que quien ha invitado a Mallorca,a Puff Dady y su tropa de prostitutas,por qué ya no se habla de Jeffrey Epstein?.
Ya sabemos que pacto Sánchez en su visita.a China:invadir España de chinos.
La gran mayoría de negocios chinos en España se están reorientando hacia otras actividades de sectores distintos. Abandonan el perfil tradicional que venían desempeñando, dejando atrás bazares y restaurantes. Durante casi 20 años se han consolidado como los reyes de la compra venta en nuestro país, pero ante una gran crisis, los emprendedores chinos se han reinventado.
Y ahora se prevé que entre 2025 y 2026 llegarán aproximadamente 2.000 trabajadores chinos a nuestro país para crear un nuevo negocio. Concretamente, se dirigirán a Zaragoza para crear la gigafactoría más grande del mundo. Una gigafactoría es una fábrica de baterías de gran capacidad.
Todos los productos chinos,llevan control remoto,como las placas solares,y muchos sistemas eléctricos el experimento de Sanchez con la electricidad,es para que el PCCH o partido comunista de China,además de espiar a empresas españolas estén metidas también en la política española.
Y ningún trabajador español?.