Bonilla, filósofo de la modernidad pepera

Por Alfonso de la Vega

Feijoo se opone al debate ideológico en el próximo congreso que será dedicado a renovar leales y pergeñar un programa electoral para intentar sustituir al falsario. Una especie de mitin para ya adictos. Probablemente otra ocasión perdida al no haber propósito de enmienda. Algunos bienintencionados aunque me temo que desavisados se lamentan de la actual languidez e inanidad del PP, de su falta de combatividad o de lucidez para enfrentarse a la dictadura socialista. En mi opinión lo hacen porque no han advertido la verdadera naturaleza y razón de ser del actual PP ni de Feijoo mismo en el proceso de descomposición nacional inducido que padecemos y promovido o amparado por las instituciones del Régimen. Una misión que le lleva a colaborar con el social comunismo, cohonestando sus felonías y despropósitos, consolidando sus leyes e impidiendo una alternativa real a tanto estropicio. No exagero, aunque aquí haya algo más disimulo, de modo más claro ambos, PP y PSOE; PSOE y PP, votan al alimón las fechorías de su infame jefa común la Úrsula voke Leyen al servicio de la maldita agenda 2030 y la construcción del globalismo plutocrático contra nacional.

El PP actual viene a ser una especie de actualización de la inoperante CEDA, salvo en lo de “Derechas”. Sin embargo, la demagogia, la propaganda, la desesperación de parte del electorado y el miedo que le impide comprender que el PP no representa ninguna alternativa real hacen que aunque atascado aún no se haya desmoronado en las encuestas. Si no todo es pura simulación cara a la galería para engañar al electorado, PP y VOX no pueden sumarse sin más porque no se trata de magnitudes homogéneas. En realidad más bien debieran ser opuestas. Mientras esto no se entienda no se acertará la mano con la herida. Para el demediado alcalde madrileño VOX y PSOE son cómplices.

Esperanza Aguirre denunciaba la traición anterior llevada a cabo por Rajoy. A estas alturas de deterioro por mucho sarao que se anuncie o el PP cambia de raíz o no creo que tenga remedio, como probablemente tampoco lo tenga ya el régimen borbónico actual sometido a tales condiciones de histéresis. Aunque desapareciera el brutal factor de estrés y deformación, parece difícil que pueda recuperar una situación con algún respeto por los derechos civiles y el ejercicio de la libertad tal como se expresaban en el ahora subversivo y políticamente incorrecto Preámbulo de la Constitución. Pero condición sine qua non es que exista una enmienda casi a la totalidad del lamentable elenco de actores que medran en un mundo para ellos tan lucrativo y favorable como la actual Monarquía partitocrática. Se precisa buscar la comprensión de los procesos históricos para guiar la propia conducta actual y tratar de no repetir errores.

Algunos se lamentan de la debilidad de lo que llaman “constitucionalismo” que ya no se asocia al desempeño del socialismo ni de los Borbones, que ambos socavan al alimón, sino al propio PP como garante. Pero es un término equívoco, amén de engañoso y falaz, si se quiere hacer pasar por patriótico. Porque es la propia constitución o al menos el uso común que hacen de ella los políticos el origen de nuestros actuales males irresolubles. Hubo gente bienintencionada que consideraba el sistema autonómico como motivo de esperanza. Pero no estaba justificada: décadas después los resultados de la autonomía resultan ser más bien calamitosos al menos en términos comparativos. Lo de Moreno es otro ejemplo y una alegoría de lo que cabría esperar a nivel ministerial.

Feijoo ha encargado la ponencia política para el próximo sarao popular de julio a Juanma Moreno, lo que ya da idea de qué va a ir la cosa. En realidad, es un tenderete costoso con importante huella de carbono, perfectamente superfluo. Juanma sigue en su taifa el manual de instrucciones de la maldita agenda 2030 salpimentado con ocurrencias del orate Blas Infante. Otro traidor como Castelao y aquí nos encontramos con una primera incoherencia del PP que promociona y ensalza a ambos a la vez, que en lo que se parecen es en su común odio a España y a la Cultura española.

A Feijoo le gusta la ambigüedad de la niebla de caracteres difuminados y teme al pensamiento claramente expresado más que un energúmeno a un exorcismo. Por tanto no recurre a las demagogas de más potencial oratorio como la Ayuso o la Cayetana. El cargo de nuevo teórico fabricante de ocurrencias ha recaído en Moreno Bonilla cuyas mañas apenas resultan distinguibles de las de la PSOE propiamente dichas.

Una de las primeras acciones del tal Bonilla cuando accedió a la poltrona andaluza fue montar un tinglado de alto rango taifal para establecer la pomposamente llamada Comisión Delegada para la Agenda 2030 cuyo prócer agraciado ha resultado ser un tal José Repiso. En tal oportuno y filantrópico saco se mete todo lo que exija el guión globalitario, en cuanto políticas neomarxistas progres. Cuestiones como los derechos humanos, la igualdad de género, las invasiones o las posibles acciones a desarrollar frente a la emergencia del cambio del clima climático climatizable o la tala de olivares centenarios y la destrucción del patrimonio de suelo fértil….

Bonilla es un fanático del Día de Andalucía o de la “matria” andaluza según pretenden los terroristas de la Gramática. Una cosa  inspirada en la fementida patria con chilaba moruna imaginada por Blas Infante en algunos de sus peores delirios. Para jóvenes de otras regiones españolas víctimas del sistema educativo hay que explicar que el tal Infante es el proclamado Padre de la Patria Andaluza, un orate de igual servicio en Andalucía que Sabino Arana en Vascongadas, Prat de la Riba en Cataluña o Risco en Galicia. Todos con rasgos comunes, en esto no hay hecho diferencial, aunque con matices locales distintos según cada región española. Y es que, en efecto, a Infante le vino una irrefrenable querencia moruna, que con personal desparpajo e ignorancia supina asimilaría al mismísimo hecho diferencial andaluz. Porque aquí todos tienen hecho diferencial, por lo que en eso al menos no son diferentes.

Pero no deja de ser interesante la utilización del Islam para promover el nacionalismo andaluz a lo Moreno Bonilla. Cuestión que presenta paradójicas sinergias con el multiculturalismo promovido por el Gran Capital financiero internacional promotor de deuda odiosa y que no menos paradójicamente promueven las presuntas y desde luego cerriles y encanalladas zurdas españolas comunistoides para debilitar a las sociedades y a los Estados nación. Bien es verdad que está mercancía averiada es comprada y deglutida con satisfacción por los “constitucionalistas” peperos. El hecho autonómico ha devenido en una justificación del debilitamiento nacional, una forma de engordar la gusanera parasitaria política con una rara especie de derecho a robar porque en el pasado “ellos”, no sabemos muy bien quien, nos robaron a “nosotros”. Un cáncer que devora a la nación con el colaboracionismo del PP.

Mientras tanto, la Deuda odiosa perpetrada para intentar sostener este tinglado liberticida devora nuestro presente y futuro. El filósofo elegido por Feijoo para iluminar a la tropa pepera en el sarao estival reúne a priori las condiciones para darnos nuevos motivos de orgullo y satisfacción. Enhorabuena.