La Unión Europea (UE) ha puesto en el punto de mira a las redes privadas virtuales (VPN), herramientas esenciales para millones de usuarios que buscan proteger su privacidad en línea. Según recientes declaraciones y propuestas legislativas, los organismos europeos están considerando medidas que podrían restringir o incluso prohibir el uso de VPN, bajo el pretexto de combatir a los ciberdelincuentes que las utilizan para ocultar sus actividades. Sin embargo, detrás de esta excusa se esconde una intención mucho más preocupante: el deseo de controlar y vigilar a todos los ciudadanos de la UE, limitando su libertad digital en un movimiento que ha generado alarma entre defensores de los derechos digitales y expertos en ciberseguridad.
El argumento de la UE para justificar su cruzada contra las VPN es que estas herramientas son frecuentemente utilizadas por ciberdelincuentes para evadir la vigilancia y cometer delitos en línea. Según un artículo de TechRadar publicado el 16 de febrero de 2024, las VPN han sido señaladas como un «desafío clave» por los legisladores europeos, especialmente en el contexto de leyes como el Reglamento eIDAS, que busca reformar la gestión de certificados digitales para aumentar la seguridad en internet. Este reglamento, que podría entrar en vigor en 2025, otorgaría a los Estados miembros de la UE la capacidad de emitir certificados de confianza que los navegadores web deberán aceptar, lo que podría facilitar la interceptación de datos en nombre de la «seguridad».
Harry Halpin, CEO de Nym Technologies, expresó su preocupación en TechRadar: «Estamos todos en la comunidad de seguridad más amplia conmocionados. No creo que el Parlamento Europeo supiera lo que estaba haciendo». Según Halpin, las VPN permiten a los usuarios eludir restricciones y proteger su anonimato, lo que las convierte en un obstáculo para las autoridades que buscan rastrear actividades delictivas, como el acceso a contenido ilegal o la realización de ataques cibernéticos. Sin embargo, este argumento ignora un hecho crucial: las VPN son utilizadas principalmente por ciudadanos comunes que buscan proteger su privacidad, no por criminales.
Aunque la UE insiste en que su objetivo es combatir el cibercrimen, los expertos y activistas advierten que la realidad es mucho más inquietante. La ofensiva contra las VPN parece ser parte de un esfuerzo más amplio para aumentar el control y la vigilancia sobre los ciudadanos europeos, restringiendo su capacidad de navegar por internet de manera anónima. Según un análisis de securevpn.com, las VPN permiten a los usuarios eludir restricciones como las impuestas por el «Derecho al Olvido», una normativa europea que obliga a motores de búsqueda como Google a eliminar ciertos resultados cuando se accede desde una IP europea. Al usar una VPN para simular una ubicación fuera de la UE, los usuarios pueden acceder a información que de otro modo estaría censurada, algo que las autoridades europeas parecen querer evitar a toda costa.
El Reglamento eIDAS, por ejemplo, podría permitir a los gobiernos interceptar comunicaciones cifradas al obligar a los navegadores a aceptar certificados emitidos por entidades estatales, lo que socavaría la seguridad de las conexiones HTTPS. Carmela Troncoso, profesora de ingeniería informática en la EPFL, explicó en TechRadar que esta medida «dará a los Estados de la UE el derecho de emitir pruebas de confianza que los navegadores tendrán que aceptar como veraces», abriendo la puerta a una vigilancia masiva. En este contexto, las VPN representan una de las últimas barreras para los ciudadanos que buscan proteger su privacidad, y su eliminación sería un paso crucial para consolidar el control digital de la UE.
Las VPN no solo son utilizadas para eludir restricciones geográficas o acceder a contenido censurado; también son una herramienta fundamental para garantizar la seguridad y la privacidad en línea. Según securevpn.com, las VPN ofrecen beneficios como una mayor seguridad en redes públicas, la posibilidad de obtener mejores precios en sitios de viajes y, sobre todo, la capacidad de ver resultados de búsqueda sin filtros impuestos por normativas como el «Derecho al Olvido». En un mundo donde la vigilancia gubernamental y corporativa está en aumento, las VPN permiten a los usuarios proteger sus datos personales y navegar sin dejar rastro.
Un usuario de Quora, en una discusión sobre el uso de VPN para eludir la directiva de derechos de autor de la UE, señaló que estas herramientas podrían permitir a los ciudadanos acceder a contenido bloqueado dentro de la UE si los servidores de las empresas de alojamiento solo restringen material subido desde IPs europeas. Este tipo de usos legítimos demuestra que las VPN no son solo un refugio para ciberdelincuentes, sino una necesidad para los ciudadanos que valoran su libertad digital.
La ofensiva contra las VPN no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia más amplia en la UE hacia el control digital. En 2023, la UE aprobó el Reglamento de Servicios Digitales (DSA), que obliga a las plataformas a moderar contenido y compartir datos con las autoridades, y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA), que busca regular a las grandes tecnológicas. Además, propuestas como el Chat Control, que permitiría a los gobiernos escanear mensajes privados en busca de contenido ilegal, han sido criticadas por organizaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF) por su impacto en la privacidad.
El «Derecho al Olvido», implementado desde 2014, ya ha sido utilizado para censurar información en nombre de la protección de datos, pero también ha limitado el acceso a información pública. Según securevpn.com, las VPN son la única forma de eludir estas restricciones, lo que explica por qué la UE las ve como una amenaza. Si las VPN desaparecen, los ciudadanos perderán una de sus últimas herramientas para resistir la vigilancia y la censura, dejando a los gobiernos con un control casi absoluto sobre el flujo de información.
Si la UE logra restringir o prohibir las VPN, las consecuencias para los ciudadanos serían devastadoras. Sin estas herramientas, los usuarios perderían la capacidad de proteger su privacidad en línea, exponiendo sus datos a gobiernos, empresas y hackers. La vigilancia masiva se normalizaría, y la censura de contenido se intensificaría, ya que los ciudadanos no podrían eludir restricciones geográficas ni acceder a información bloqueada. Además, las VPN son esenciales para los periodistas, activistas y disidentes que operan en entornos represivos, y su eliminación pondría en riesgo su seguridad.
En un contexto más amplio, la desaparición de las VPN podría sentar un precedente peligroso para otras regiones del mundo. Países con gobiernos autoritarios, como China y Rusia, ya han restringido el uso de VPN para controlar a sus ciudadanos, y la UE, al seguir este camino, legitimaría estas prácticas. Según un informe de Freedom House de 2024, la libertad en internet ha disminuido globalmente durante 14 años consecutivos, y medidas como las propuestas por la UE solo acelerarían esta tendencia.
La cruzada de la UE contra las VPN, disfrazada de lucha contra el cibercrimen, es un ataque directo a la libertad digital de sus ciudadanos. Mientras los legisladores insisten en que su objetivo es la seguridad, la realidad es que buscan un control total sobre la vida digital de los europeos, eliminando cualquier herramienta que permita a los usuarios proteger su privacidad y eludir la censura. Los ciudadanos de la UE, junto con los defensores de los derechos digitales, deben alzar la voz contra estas medidas y exigir que se respete su derecho a la privacidad.
Las VPN no son el problema; son parte de la solución para un internet libre y seguro. Si la UE realmente quiere combatir el cibercrimen, debería centrarse en perseguir a los delincuentes, no en despojar a sus ciudadanos de sus derechos fundamentales. Porque, al final, el verdadero peligro no son las VPN, sino un futuro en el que los gobiernos puedan vigilar cada uno de nuestros movimientos sin que tengamos forma de defendernos.
Las VPN en China son ilegales, el sistema de crédito social chino es una calificación crediticia nacional y funciona con la divisa Yuan digital, hasta su evolución hasta hoy. Fue presentado formalmente por primera vez por el entonces primer ministro chino, Wen Jiabao, el 20 de octubre de 2011, durante una de las reuniones del Consejo de Estado. Administrado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC), el Banco Popular de China (PBOC) y la Corte Suprema Popular (SPC), desde 2016 el sistema está destinado para estandarizar la función de calificación crediticia y realizar evaluaciones financieras y sociales para empresas e instituciones gubernamentales, individuos y organizaciones no gubernamentales que operan en el país.
El Banco Popular de China (PBoC) lanzó su sistema de liquidación transfronteriza con yuanes digitales, conectando a 16 países de la ASEAN y Oriente Medio, en un movimiento que sacude el comercio internacional mientras Estados Unidos impone aranceles a gran escala. Este sistema, basado en la moneda digital del banco central chino (CBDC), incluye a Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam, todos miembros de la ASEAN. Además de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Catar, Bahréin y Kuwait, naciones con lazos comerciales y estratégicos con China. El anuncio llega en un momento en que estos mismos países enfrentan aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, lo que plantea preguntas sobre el futuro del dólar y la influencia económica global.
Europa está importando esta tecnología y adaptando el programa piloto para el euro digital CBDC que se une a la cesta de divisas digitales CBDC, por eso anuncia la judiada prohibición de las VPN en Europa Von der Layen, con la escusa de la delincuencia, para implantar el sistema de vigilancia Orweliano. Mahalingam nos revela que el mundo debe prepararse para un futuro donde las monedas digitales “lideradas por el yuan chino”, transformen las finanzas globales de maneras que apenas se empiezan a comprender. Sugiere así que los aranceles de Trump podrían, paradójicamente, empujar a más países hacia la órbita financiera de China, debilitando aún más la hegemonía del dólar.
El escenario de la guerra comercial de aranceles, impulsa y esconde, someter al mundo a las divisas digitales CBDC, el sueño húmedo del Foro de Davos del gran reseteo. Aunque se comente que Trump ha cancelado el programa en EE. UU., más pronto que tarde, cuando se desvele la evaporación de las reservas de oro de Fort Knox, con la desdolarización del dólar, estará obligado o se hace el loco apoyando el Bitcoin en contra de las CBDC, pero se acabará regulando para implantar el dólar digital. Gran cortina de humo de los dirigentes de BlackRock y Vanguard, repartiendo el mundo a su interés, mientras tienen a los ingenuos controlados con la ingeniería social. Como vengo comentando, solo es posible hacer frente a este reinicio satánico, rescatando la soberanía nacional y su identidad en cada país, contra el multiculturalismo transhumanista que sustituye al humano por un híbrido obediente a la inteligencia artificial que sustituye a Dios, sin valores humanos y sin diversidad racial, el sueño húmedo del supuesto pueblo elegido por su dios vengativo, celoso y criminal. Una locura que terminará mal para todos, se repite el mismo ciclo en cada civilización, la verdadera historia, no la oficial, lo revela.
Saludos cordiales
Ya insinuó Trump,que si España y la CEE,eran ya del BRICS.
Quieren eliminar las tarjetas de crédito,la moneda euro,e imponernos un sistema fraudulento y dictatorial al estilo soviético.
Si Europa entre en el brics que dirán de Rusia y de China?,los eurosocialistas…acabará la guerra de Ucrania?,querrá olvidada por los periodistas,pues ya no existe.
En secreto, los gobiernos de Francia e Italia están intentando contactar con Trump y quieren crear un comercio bilateral fuera de la Unión Europea para tener comercio directo para las exportaciones de vino y otros productos, incluyendo acuerdos bursátiles que afecten su PIB.
Hay un pánico masivo ante la posibilidad de que la Unión Europea se desmorone y los países quieren llegar a acuerdos con EE. UU. sin las comisiones comerciales de la Unión Europea (lo que significa que están considerando seriamente abandonar el corrupto sistema de la UE).
En algunos países de la CE,ya están atentando contra las redes de internet.
Y la mujer con el corazón de ‘cerda’,promueve el Talmud:
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