Cuando un presidente mafioso pone una insignia en Vietnam para homenajear a un líder como Ho Chi Minh, aprovecha para salir corriendo del país y se alinea con los defensores de todos los dictadores comunistas, lo cual, sin lugar a dudas, da mucho qué pensar. Es más, no se atreve ni a cuestionar ni permitir que alguien lo haga, imponiendo una férrea censura ideológica para defender a los dictadores. Este tik ideológico no es extraño teniendo en cuenta que este sujeto no es que tenga una predisposición a demostrar una actitud completamente comunista y fascistas, sino que lo demuestra con su cara dura y poca vergüenza, en cada una de sus leyes (sería muy largo ir una por una, no acabaríamos nunca), en sus discursos chulescos y despectivos en el parlamento donde dice responder a las preguntas por hipócrita decoro, mientras se burla del poder ejecutivo al estilo de los dictadores más rancios y en sus objetivos: hacer desaparecer a toda oposición posible, ya sea por las buenas, es decir, el engaño, o por las malas. Hasta el momento estas actitudes no demuestran las huellas del delito, aunque vistas las evidencias de las muertes por la mal llamada plandemia, las banderitas asesinas, por las muertes en Valencia, de las cuales nadie se hace responsable y menos él, que es el primer autor del múltiple asesinato o de los que puedan venir en el futuro, en total silencio bajo el formol a que huele Pedro Sánchez, para disimular su pestazo a muerto en estado de descomposición, todo queda en una cortina de humo.
Recientemente en su visita a Vietnam ha dado muestras de sus actitudes más bien admiradoras de los grandes criminales. Échenle un vistazo a la información sobre Ho Chi Minh, creador tanto del partido comunista francés como vietnamita y con datos muy curiosos sobre el reguero de muertos que dejó durante su mandato y la herencia posterior de sus seguidores. No pierdan detalle.
“Con ocasión de la reforma agraria en los años 50, durante las campañas de reforma agraria impulsadas por Ho Chi Minh en el norte de Vietnam, se estima que entre 50.000 y 100.000 personas fueron ejecutadas, principalmente terratenientes acusados de ser «enemigos del pueblo». Algunos estudios vietnamitas posteriores admitieron «errores» y excesos durante este proceso
Con respecto a la represión, a lo largo de las décadas, especialmente en el norte antes de la reunificación en 1975, hubo represión contra disidentes, intelectuales, y opositores políticos. Las cifras varían ampliamente, pero algunas estimaciones sitúan las víctimas en decenas de miles. Con la reunificación de Vietnam, en 1975, surgieron los campos de concentración: Tras la victoria del Viet Cong y la reunificación, entre 200.000 y 1 millón de personas (exfuncionarios del régimen del sur, militares, opositores políticos) fueron enviados a campos de reeducación. Las estimaciones de muertes en esos campos varían entre tres mil y decenas de miles. Aparte de ello entre uno y dos millones de personas huyeron del país por mar, falleciendo entre 200.000 y 400.000 por naufragios.” Fuente, chat GPT.
¿Es éste el modelo de líder al que aspira el presidente Sánchez, haciendo halago de la trayectoria criminal de semejante carnicero? ¿Cuál es el parecido entre Pedro Sánchez y Ho Chi Minh, en el caso de haber tenido el poder de hacer todo lo que hizo el líder al cual nuestro sátrapa rindió pleitesía?
Lo cierto es que hay comportamientos que hablan tan bien de las personas que éstas no necesitan ni articular palabra, siendo suficiente con una buena capacidad de observación hasta el punto de que no se escape ningún detalle del susodicho. Cada vez que se vanagloria a alguien, sobre todo si es un criminal, es como mirarse al espejo e identificarse con el aspecto monstruoso y demoniaco de ese ser que aparece de improviso, dado que, en este caso, nuestro dictador, lo hace de manera inconsciente, es decir, que revela cuáles son sus deseos, sus impulsos, el capricho infantil de su alma poseída ya por el mismo Satanás y que, sin dudarlo, habría hecho lo mismo que Ho Chi Minh si hubiera sido él. Lo lamentable es que, para su desgracia y su frustración (¡chispas!), está siendo demasiado vigilado, a pesar de querer quitarse del medio a los mosquitos, moscas y moscones que le quitan el sueño o lo frenan, obligándole a seguir con su careta de demócrata, la misma que utilizan todos sus ídolos comunistas, como defensores del pueblo y de sus derechos, en contra de los usurpadores y poderosos capitalistas que osan dejar el pueblo arrodillado y muerto de hambre, cuando es el comunismo es el responsable de los mayores asesinos de la historia, desde Lenin hasta Xi Chin Pin, líder del partido chino y de la mayor dictadura del planeta. Y claro, él va a visitarlos como si le hubiesen puesto un cohete en el trasero para hacerse la foto con tan importantes y cultas personas, sobre todo tan poderosas como quisiera ser él. No es difícil imaginarlo hablando con el dictador chino sobre el modo de introducir las estrategias de control del país asiático en España, para convertir a nuestro país en una colonia del Partido Comunista Chino o cosas mucho peores, aunque, a tenor de muchas de las leyes que se aprueban, se huele ese tufillo oriental tan exótico a la distancia…
Lo curioso de este fenómeno es que quien proyecta esos deseos de grandeza, frutos de un delirio desmedido que puede ser propio de un auténtico esquizofrénico, no es ni tan siquiera consciente de lo que habla de sí mismo, haciendo que un acto tan simple y protocolario como éste, revele lo que hay en su mente no consciente, la cual lo domina sin remedio, siendo lo más curioso que, si alguien osa decirle lo que hay dentro de su cerebro, ha de ser borrado, dado que nunca lo va a reconocer. Es decir, que el sujeto se niega a sí mismo, mientras las fuerzas enfermas, delirantes, enfermas y con tendencia a la criminalidad se ponen de manifiesto ante una falta total de control de impulsos. Es así como el sujeto busca a sus similares, con los que establece lazos de auto definición personal para su vanagloria y falso ego, en no pocos casos. El resultado es que puede dejar de comportarse como un ser humano, o lo que sería lo que muchos ya han concluido…
Lo peligroso de la tumba de Ho Chi Minh es imaginarse a Abascal poniendo una corona de flores al criminal del Che Guevara o a Stalin porque visita a Putin, dejándonos el mensaje de que cuántos más muertos dejes por el camino más te recordarán como un gran líder mundial después de muerto, y quizás así querrá pasar Pedro Sánchez, dentro de un gran mausoleo, mucho más grande que el de Franco (al cual, por cierto, no le llega ni a la pantorrilla por mediocre), mientras la gente va visitarle en cada ocasión con boatos de inspirador de la historia.
Sin duda lo que tenga Pedro Sánchez en su cerebrito lleno de ponzoña maloliente es más peligroso que sus propios actos, sus mentiras y sus palabras, las cuales parecen salidas de un chat de inteligencia artificial.
El efecto reflejo, el efecto inconsciente no deja lugar a dudas. Pedro Sánchez hubiera querido ser el líder vietnamita, aunque, es mucho peor que se quiera parecer al gran maestro chino, el cual tendrá su mausoleo, o si no, tiempo al tiempo.
Criminal que se refleja en el espejo con criminal es de su misma condición, para no hacerlo muy largo….
Franco no fue un títere traidor al servicio de los grandes banqueros, usureros y satanistas malvados, al contrario que el tirano Sánchez
Pedro Sánchez ha viajado también en China,para pactar con el PCCH,cualquier cosa sirve con tal de mantenerse en el poder.