Tengo la vigorosa y absoluta certeza de que como sociedad estamos al borde de colosales acontecimientos y cambios trascendentales que se aproximan raudamente. 2025, año apocalíptico. 2025, el principio del fin, punto de inflexión en la historia de la humanidad. Dejando en bragas a Baba Vanga y a Nostradamus, gloso aquí, a grandes rasgos, las predicciones descubiertas en un monasterio búlgaro en 2023. Su visión más notable se refiere a 2025, un año que redefinirá la civilización humana. Y según las profecías escritas ya se están manifestando los primeros signos de la inminente catástrofe.
Las tres señales
Primera. Una misteriosa señal cósmica: en diciembre de 2024, los astrónomos detectando una señal inexplicable proveniente del «espacio profundo», que apunta a fenómenos más allá de la comprensión natural de un humano medio.
Segunda. Una transformación económica global: la convergencia de los sistemas financieros globales en un paradigma nuevo e imprevisto marcando un cambio drástico en las estructuras y teorías económicas.
Tercera. Un secreto revelado: 73 días después de la segunda señal, surgirá un descubrimiento significativo dentro de los archivos secretos del Vaticano, desafiando las creencias fundamentales de las principales religiones.
Además de un crucial e innovador avance un avance en la computación cuántica que aliada a la IA redefinirá nuestra comprensión de la realidad, trascendiendo las barreras del tiempo, anticipando eventos futuros con una precisión desconcertante, un poder que traerá consigo una amenaza sin precedentes para toda la humanidad.
15 de agosto de 2025
Asunción de la Virgen María, una de las festividades más importantes de la Iglesia Católica. Se conmemora el día en que la Virgen María subió al cielo sin morir. Decisivo instante para la humanidad, pues. Punto de no retorno. Una encrucijada espiritual, pues, donde cada decisión, por pequeña que sea, conlleva un peso inmenso, que conduce a una “Gran Ascensión”. O a un descenso a la “oscuridad final”.
Las profecías también hablan de descubrimientos todavía por consumarse, como un descubrimiento oculto en la Antártida que podría reescribir la historia de la humanidad. Y más. Y, sobre todo, una «Guerra de lo Invisible» que implica y envuelve “guerra de información”, inteligencia artificial y control mental…
La historia jamás está escrita
…»La vida es algo que hay que morder/Y en cada boca tiene un sabor». En parte porque “la vida se nos va como el humo de ese tren”. Desde luego, Adolfo Cabrales. Y, ale, a zamparse la vida y a joder a los malos. No queda otra.
En fin.
Es la visión apocalíptica del futuro,o del futuro del futuro,el futurismo hereje.
Ahora también,el PP se une,a la hipótesis de que África está siendo superpoblada y que dentro de poco invadirán España para vaciar los supermercados y comérselo todo.
Habrá otra invasión de animales salvajes africanos que invadirán Europa,eliminando la fauna europea,y comiéndoselo todo:pinos,abetos,hasta el césped.
Y nosotros aquí impávidos e indefensos!.
Por eso,hay que darles dinero,hay que dejarles delinquir,tiraremos la Catedrales y las convertiremos en Mezquitas,y los europeos…nos tendremos que suicidar.