Es común entre los españoles, alinearse a favor de uno o de otro contrincantes, sin pensar que ni uno ni otro son buenos para España, y que con quién ha de alinearse un español, es con España, con sus intereses y con sus compatriotas. Ni puedes tomar partido a favor de Zelenski, ni de Trump, porque ni uno ni otro buscan el interés de España.
Desde que se produjo la conversación en el despacho oval entre Donald Trump y Volodímir Zelenski, he tenido la oportunidad de oír la conversación en lengua inglesa en tres ocasiones. Para no perder matiz alguno de las frases pronunciadas por los dos protagonistas, dado que mi ingles no es el de Shakespeare, he leído la transcripción al idioma español publicada en varios periódicos y siempre he llegado a la misma conclusión: Zelenski no se había preparado esta trascendental reunión, Trump sí lo había hecho.
Fue tan tremendo el error cometido por el ucraniano, que esa falta de previsión terminó por marcar el desarrollo y el final de esa reunión.
Antecedentes de la reunión.
Como preámbulo para comentar el incidente que definió la atmósfera caldeada, hay que decir que, antes del encuentro, algo se notaba en el ambiente. Si Donald Trump recibió en la Casa Blanca al presidente ucraniano, no fue por placer, si no porque así se lo había prometido a sus votantes. Trump no traga a Zelenski, pero había anunciado en plena campaña electoral, que terminaría con la guerra en 24 horas. Para ello necesitaba reunirse primero con Putín, y después con el ucraniano para cumplir con su palabra.
Un político o un periodista europeo, nunca entenderían este compromiso sagrado que había contraído Donald Trump con los norteamericanos que le han elegido como presidente, por eso, no dan importancia a esa circunstancia..
En la democracia más antigua de Occidente, no cumplir con las promesas contraídas en la campaña electoral supone el mayor descrédito para un presidente, mientras que en la Europa woke y verde de Von der Leyen, Sánchez, Feijoó y compañía, mentir en campaña electoral es la tónica general del comportamiento de un político. Engañar al electorado es parte del sistema vigente de dictadura relajada que se impone en la UE. Traicionar a tus votantes, no supone descrédito alguno para el político felón, y si no, que se lo digan a Sánchez.
Si por Trump hubiera sido, Zelenski ni hubiera sido invitado a su despacho, y cualquier acuerdo se hubiera intentado materializar por medio de intermediarios cualificados.
Y lo que escribo y opino tiene como fundamento, que Donald Trump se la tiene jurada a Volodimir Zelenski desde que en 2019, el político ucraniano le negó a Donald Trump la petición que este le hizo de que investigará los negocios del hijo de Biden, Hunter Biden, en Ucrania. Destruir a Joe Biden con los trapos sucios financieros (no de drogas y sexo) de su hijo, era una baza que el ucraniano le privó a Trump. Ese pudo ser uno de los motivos por los cuales Trump no logró la reelección, (además del fraude por votos falsos volcados por los demócratas en las urnas) y se quedó fuera de la presidencia.
Donald Trump tenía conocimiento de que Hunter Biden y Zelensky eran socios en diversos negocios en empresas de comunicación en Ucrania. Trump necesitaba esa delicada información para desmontar el proceso abierto en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Aquella conversación telefónica entre Zelenski y Trump y la negativa de Zelenski de darle a Trump la información que solicitaba, ha marcado la relación entre ambos y posiblemente el que le llamase dictador que ocupa de forma ilegítima la presidencia de Ucrania porque no ha convocado elecciones para ser reelegido.
Se notó perfectamente el resentimiento de Trump hacia el ucraniano, cuando el vicepresidente Vance le espetó a Zelenski que había tomado partido a favor de los demócratas, y de Biden, en la campaña electoral de 2024. Esto sucedió en el preludio de la campaña electoral, cuando el presidente de Ucrania visitó una fábrica de armas en Scranton, Pensilvania, acompañado únicamente por miembros del partido Demócrata, sabiendo que Pensilvania era un estado indeciso y clave para la elección de Representantes.
El entonces presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, denunció la visita como «interferencia electoral», una acusación que pronto resonó en la campaña de Trump. A raíz de este episodio, Trump y Vance utilizaron esa visita de Zelenski a EEUU como argumento de campaña para hacer saber a sus electores que el ucraniano favorecía a los demócratas y que Estados Unidos no debía seguir financiando la guerra de Ucrania, sin obtener beneficios económicos a cambio.
Vance siempre fue contrario al apoyo incondicional a Ucrania y el político más crítico al sostenimiento por parte de EEUU a Zelenski. A su vez, Trump nunca ha dado la importancia que los demócratas daban al presidente ucraniano, advirtiendo en sus mítines que Ucrania debería negociar con Rusia para llegar a la paz: «Ucrania podría haber evitado todo esto si hubiera hecho un trato desde el principio”.
En 2023, en la cumbre de la OTAN, Zelenski intentó reunirse con todos los líderes occidentales para que le aseguraran su apoyo incondicional. En respuesta a ese intento de acercamiento, Trump no se reunió ni un minuto con Zelenski, alegando problemas de organización.
El enfrentamiento entre Trump y Zelenski llegó a su zenit unos días antes de la reunión a celebrar en el despacho oval. El 19 de febrero de 2025 dijo Trump en declaraciones a la prensa: “… Ya es hora de que Estados Unidos averigüe qué pasó con el dinero que se destinó a Ucrania…Es hora de averiguar qué ha pasado con todo el dinero. Porque él [Vladímir Zelenski] declaró que no sabe dónde está la mitad», «Y me gustaría averiguar, todo el dinero que hemos estado enviando a Ucrania, ¿dónde está?».
Anteriormente, el jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Elon Musk, coincidió en la necesidad de que su agencia auditara el dinero asignado al régimen de Kiev. «Ahora es el momento para que Elon y DOGE auditen el dinero que enviamos a Ucrania», escribió el activista Charlie Kirk, a lo que Musk respondió «Ok».
Un día antes, Trump ya había cuestionado el destino del dinero gastado por el país norteamericano en Ucrania. Según sus cálculos, se trata de unos 300.000 millones de dólares y nunca ha visto ningún informe sobre cómo se gastaron. Trump insinuó la existencia de corrupción que identifica con Zelenski.
Desarrollo de la reunión
No voy a comentar en la misma línea que otros comentaristas y periodistas, sobre lo sucedido en la reunión celebrada en el despacho oval. Voy a detenerme en explicar lo que yo vi, sin más matices.
Sabiendo que Vance y Trump se la tenían preparada a Zelenski, no entiendo como los asesores del presidente Ucraniano le dejaron acudir a la importante reunión vestido con una especie de chándal negro donde tenía bordado en blanco el Trýzub. (Tridente adoptado como escudo de Ucrania).
El propio Zelenski, con tales ropajes, restó importancia al acontecimiento histórico en el que participaba como coprotagonista. Nunca debió acudir equipado de esa manera. Su nación y sus anfitriones se merecían el respeto que merece que le hayan organizado una entrevista televisada. Al menos debió presentarse con las mismas galas con las que se presentó su anfitrión: un simple traje y una corbata. Para cualquier diplomático, la etiqueta y el modo de vestir, es un modo de dar y recibir mensajes encriptados. El código de la diplomacia requiere de un ritual que ha de cumplirse, y Zelenski fue irrespetuoso para con sus interlocutores y con todos los presentes. No era el día para actuar en una nueva representación teatral, era el día de ser respetado y de respetar. No estaba en un ambiente de guerra, si no en el despacho del presidente de EEUU, en una reunión en la que se buscaba la paz, y además, como invitado del presidente de una nación “amiga”.
Otro error fue acudir sin traductor. Zelenski no domina el idioma inglés, aunque lo habla, y por ello, su nivel de comprensión del mensaje que recibía y de sus respuestas, no era perfecto. En la conversación, todos los emisores podrían introducir matices que podrían molestar a los receptores, aun involuntariamente incorporándolos a la conversación, y sin ganas de ofender. El uso del traductor, hubiera evitado malentendidos, que los hubo.
Este error manifiesto le impidió responder con cabeza, pausadamente, con el tiempo que le hubiera concedido la traducción simultánea para rectificar el primer pensamiento incorrecto que se le venía a la cabeza. Esa decisión equivocada, a la postre, fue causa del fracaso de la reunión.
Zelenszki no evaluó que sus anfitriones no eran precisamente dos personas afines a él, y a todo lo que representa.
El presidente ucraniano, durante la reunión, esgrimió un leguaje corporal irrespetuoso y poco elegante en consonancia con lo que se jugaba. Cuando Trump hablaba, le ignoraba mirando hacía el techo, y a veces, musitando para sí mismo, palabras en ruso o ucraniano. (se dice que soltó algún taco dirigido a Vance cuando este le dijo que tenía dificultades para que su pueblo se alistase a las tropas ucranianas).
No paró de hacer muecas de desprecio, mientras su anfitrión le hablaba buscando su atención.
Volodomir Zelenski, cometió otro error de libro, al corregir en público al presidente de Estados Unidos. Intentó dejarlo como un ignorante, introduciendo valoraciones ajenas a la intención de Trump de buscar un punto de encuentro en la conversación que permitiera parar o buscar el camino de un alto el fuego.
Zelenski se enfrentó a Trump, lo cual en sí mismo es un error diplomático que demuestra que no había estudiado la personalidad soberbia de millonario poco cultivado, y las reacciones habituales de Donald Trump ante ese tipo de actitudes.
Zelenski nunca entendió que Trump estaba intentando conciliar y rematar con un acuerdo la reunión. Y ese acuerdo no era otro que un pacto para la explotación del 50% de las tierras raras que se encuentran en el suelo ucraniano. Esa firma del tratado le hubiera garantizado a Ucrania la paz, ya que mientras las empresas norteamericanas estuvieran en Ucrania lucrándose con ese negocio, Rusia nunca iniciaría un nuevo ataque.
Zelenski hizo lo mismo con Vance, buscando el enfrentamiento verbal y la corrección a sus planteamientos, agudizando su torpeza, ya que nunca entendió que con sus palabras agresivas, colocaba al vicepresidente Vance en una posición comprometida, intentando que ante el mundo, apareciera como un ignorante de la situación actual de la geopolítica de Centroeuropa y de la misma guerra.
Como un principiante, Zelenski cometió otro gran error, insultar a Putin, al que llamó monstruo, buscando de modo incorrecto para una reunión en la que se buscaba un acuerdo de paz, que el mediador Trump asintiera de sus palabras e insultos al enemigo. Nunca entendió Zelenski, que en esa reunión, la función de Donald Trump, no era darle la razón, si no conciliar y mediar. Como intermediario, Trump no podía tomar partido a favor de Ucrania y contra Putin, y Zelenski debería haber sido informado o haber entendido, que Trump no podía tomar partido por ninguna de las partes en conflicto, porque su labor como mediador, hubiera terminado en ese momento.
Trump, haciendo de tripas corazón, guardó silencio ante las palabras de Zelenski, aun entendiendo que este estaba actuando como un hooligan y no como un jefe de estado en apuros.
Vance, intervino ante el silencio de Trump y reiteró que el objetivo del presidente era detener la guerra, e indicó al presidente ucraniano, que la reunión no consistía en un monográfico de atacar e insultar a Putin, sino que la reunión tenía como fin poner fin a la guerra y al horror de las pérdidas de seres humanos.
A partir de ese momento, poco pudo hacer ya Trump. Zelenski le arrinconaba para que tomara partido a favor de Ucrania en detrimento de Rusia.
Zelenski no se apartó del papel, ya conocido ,de víctima empoderada, no se dio cuenta de que su comportamiento era irritante y equivocado. No entendió que estaba allí para encontrar una salida a la guerra y un encuentro con la paz. Pretendió obtener todo a cambio de nada.
Volodimir Zelenski ,volvió a insistir con el lenguaje que ya había irritado a Trump, volvió a realizar gestos ajenos al lugar y a la situación en la que se encontraba, hasta el punto de que Trump se vio obligado a decirle sin tapujos que “sin los EEUU Ucrania no hubiera aguantado un solo dia de guerra”.
Zelenski no entendió para qué fue a la Casa Blanca, no supo estar, no supo vestir, no se supo comportar y no supo salir con la cabeza alta del despacho oval, ya que fue expulsado de la Casa Blanca, y todo ello sucedió ante el mundo entero.
El presidente Ucraniano debió saber que si estaba allí, no era porque a Trump le agradara su compañía, sino que el encuentro traía causa de una promesa del inquilino de la Casa Blanca a su electorado. No entender eso, a la vez que no comprender que EEUU le había salvado la vida, le hizo quedar muy mal con quién en breve volverá a tener que reunirse, y esta vez, con la cabeza gacha. Ucrania no tiene otra alternativa que firmar el acuerdo comercial con EEUU y buscar la paz con Rusia.
Al término de ese show, Zelenski no dudó en acudir inmediatamente a Gran Bretaña para que le dijeran lo que quería oír. “Te daremos dinero en Europa para que continúes la guerra”. “Corremos el riesgo de que Rusia nos invada a nosotros también”.
Esos mismos europeos que dicen que enviarán tropas al frente, son los mismos que logísticamente tienen la imposibilidad de poderlo hacer. Necesitan de la estructura militar de EEUU para desplazar 30.000 soldados como fuerza de interposición. Si Trump no quiere, Zelenski tampoco podrá contar con sus “socios” europeos y sus promesas militares. Además, hasta que tantos machitos tomen una decisión, puede pasar muchos meses, que Ucrania no tiene. Los jefes de estado de Europa, son un avispero de ruido y pocas nueces, pero que se han puesto de acuerdo en que quieren que siga la guerra.
Ante esto, formulo la siguiente pregunta:
¿Alguien ha pensado que Rusia no es el enemigo de Europa?
Rusia no es enemiga de Europa, es enemiga de la ideología woke y de la Agenda 2030, y por ende, de la Comisión Europea patrocinadora del suicidio de Europa con el Pacto Verde.
Pero en el hipotético caso de que lo fuera, Rusia, actualmente, nunca atacaría a Europa, porque no puede. Rusia tiene 140 millones de habitantes y Europa 550 millones. Rusia tiene un ejército de 1.400.000 soldados, Europa 2.600.000 soldados. Rusia tiene 1.200 aviones, Europa el doble. La Marina Rusa no puede competir ni de lejos con la Europea.
Este tiempo de tregua que transcurra entre la firma del tratado entre EEUU y Ucrania, por la explotación de las tierras raras, servirá para que Rusia se lama las heridas de la guerra, se rearme y organice su ejército.
Ucrania hará lo mismo que ya hizo en 2014, tras los acuerdos de Minsk entre Rusia y Ucrania. Esta vez lo voy a contar a través de Angela Merkel. El 7 de diciembre de 2022, la ex canciller alemana Angela Merkel reconoció, en una entrevista al diario alemán Die Zeit, que los acuerdos de Minsk se firmaron con el único objetivo de dar tiempo a Ucrania para rearmarse y fortalecerse. Y «ese país usó ese tiempo para volverse más fuerte, como se puede ver hoy» además Merkel añadió que en ese momento Rusia tenía la capacidad de «aplastar fácilmente» a Ucrania. «Dudo mucho que en ese tiempo los países de la OTAN podrían haber hecho tanto como hoy para ayudar a Ucrania»
Durante ese tiempo, Europa deberá de formar sus ejército, armarse y demostrar que puede ser una gran potencia internacional. Eso, o su desaparición como civilización. Rusia no respetará las fronteras ni la soberanía de las repúblicas que componían su antiguo imperio. Rusia tiene un objetivo y lo cumplirá. Trump lo sabe y le advirtió a Zelenski que Ucrania acabará desapareciendo. Pero los intereses de EEUU son lo primero para Trump, al igual que para Putín los intereses de Rusia son lo primero.
¿Y para la UE los intereses de los europeos son lo primero? ¿O lo primero es seguir cobrando la mamandurria del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea para que no se acabe el chollo de los burócratas comunitarios? ¿Tienen miedo a Rusia o a quedarse sin el chollo de cobrar millonadas por hacer burocracia a base de nuestros impuestos? ¿Quieren guerra con Rusia para seguir cobrando sus sueldos millonarios? ¿Van a mandar a la guerra a nuestros hijos o a los de los burócratas de la UE?
Caben más preguntas:
¿Y si el enemigo es EEUU que desprecia las fronteras de las naciones “aliadas” y de las no aliadas?
Trump pretende ocupar o comprar Groenlandia a una nación aliada de la OTAN como Dinamarca, se cisca en la soberanía de Canadá y de Panamá amenazando con su invasión, reparte Ucrania a su antojo, y pronto repartirá Ceuta, Melilla y Canarias para contentar a los socios marroquíes de EEUU y de Pedro Sánchez. Nunca olvidemos que desde los pactos de Abraham, y muchísimo antes para los EEUU, Trump tiene a Marruecos como un socio fiable y a España como un simple Brics.
Hagamos más preguntas:
¿Alguien ha pensado que el enemigo de Europa es el Islam, cuya afición es matar gente en los mercadillos de Navidad?
¿Se han parado a pensar los “inteligentes” woke de Von der Leyen que Trump se va a ir de Europa, que se llevará sus tropas estacionadas a otro lugar más lejano donde habita su enemigo comercial y geoestratégico llamado China?
¿Se han dado cuenta los del Partido Popular que tienen un acuerdo de colaboración con el Partido Comunista Chino desde 2013?
¿La Comisión Europea decretará sanciones a China cuando invada Taiwán, tal y como lo ha hecho con Rusia?
¿Expulsarán al lobby chino del parlamento y la comisión europea?
Esta y otras preguntas similares, serán respondidas por la Historia en breve espacio de tiempo.
La manipulación de los medios y la falta de sinceridad y transparencia ha forjado entre los borreguitos que se vacunaron,que Trump es el malo y Zelensky la víctima.
Zelen es un dictador como lo es Nicolás Maduro o Pedro Sánchez.Elimino la democracia de Ucrania,al prohibir a todos los partidos políticos..Por qué está ahí?,por qué es judío y además jazaro sionista,y lo demuestra con ese escudo satánico de los jazaros,es decir que está apollado por el judaísmo internacional.
El tráfico de niños los vientres de alquiler de mujeres forzadas por su gobierno…los crímenes de guerra y lesa humanidad,su ejercito de nazis Azov,etc.le convierten en un payaso impresentable y peligroso.
Hunter Biden era el dueño de grandes extensiones de tierras raras,donde extraían principalmente litio.Fue Zelen quien ordeno la explosión de los conductos de Nordstream,y el sabrá a cuántos Generales hizo millonarios,con el dinero robado a los EEUU vía Biden y a Europa,quien infringió los tratados de la OTAN fue el travesti Zelen,con las armas nucleares que envio Joe Biden.En sus manos Ucrania fue la agresora de Rusia.
La gente olvida la historia,de qué esos territorios fueron cedidos a Europa por Rusia a través de condiciones historicamente es territorio ruso.
Trump le ha dicho a Zeñenski,que si quiere regresar a la Casa Blanca,tendrá que ser con un tratado de paz,el pequeño dictador no quiere y de ahí esa discusión televisada,para que pase a la historia.
Europa una Comunidad enferma y desquiciada,en una de sus rabietas pretende hacer la guerra contra Rusia,sin medir las consecuencias de estar arruinada a causa de mantener a tantos inmigrantes.Y parece ser que pasan por alto que Rusia está apollada por
China y si unen bos ejércitos destruirán Europa con misiles.
Después está lo de los BRICS,que nadie toma en cuenta,la moneda euro?,no valdrá nada,con que pagarán ese super ejército europeo?,con órganos humanos?.
Al final europa del norte caerá en manos de Rusia y europa del sus en manos de Arabia.