Toda la ideología woke, el LGTBI, el feminismo, el aborto, la geoingeniería destructiva, el fin de la agricultura o la ganadería, los impuestos excesivos y pensados para puros esclavos, la exportación de delincuentes de otros países a nuestro viejo continente, la eutanasia, los encierros covidianos, las inyecciones criminales e impuestas, el asesinato de la gente Valencia, las actitudes fascistas de nuestros gobernantes, la corrupción galopante, el expolio de las riquezas de nuestros países, los gobiernos, incluso desde la Comisión Europea, siguiendo principios de inspiración puramente nazis, las elecciones manipuladas, los parlamentos trampa para mantener la fantasía de una democracia de pacotilla, la censura, el deseo del control de pensamiento, la prohibición para decir lo que piensas o lo que sientes, el control de las redes sociales a toda costa, los delitos de odio hacia sus ideologías, completamente lógicos, por otra parte, la justicia que favorece a los de arriba como si fuera semidioses, aplicándola sólo para los esclavos, la introducción de insectos en nuestra alimentación, la destrucción de la naturaleza, de la pesca, de los bosques, el odio del estado hacia el ciudadano, especialmente al blanco y europeo, la introducción de otras culturas que practican sus mismos principios, basados en el odio, lo cual no es ninguna casualidad o el mero hecho de que tengan en sus planes la provocación de la tercera guerra mundial, son excelentes ejemplos de que Europa está gobernada por fascistas sin alma, capaces de cometer los peores delitos y crímenes, siendo por ello una prioridad inicial dejar a los ciudadanos europeos en la más absoluta miseria, cargándose la clase media.
Llegado Trump se plantean e inician las negociaciones de la guerra de Ucrania. Recordemos que nada más ganar las elecciones, el abuelo psicópata y con demencia senil Biden ordenó la autorización a Zelensky el uso de misiles de medio alcance para jorobar la paz e incrementar de paso la fiesta, para hacer más difícil la paz en Europa, pero como los príncipes de las tinieblas tienen tanta estupidez como maldad y deseos de venganza, la jugada les salió chueca y ahora se plantean negociaciones en Riad entre Rusia y EEUU, lo cual tiene a los líderes europeos ardiendo en su propio infierno, más que nunca, aunque ya tuvieron un aperitivo con el discurso del vicepresidente de los EEUU diciéndoles las cuarenta en Munich sin contarse un pelo. Un escándalo teniendo en cuenta cómo se la juegan estos mafiosos de mafiacracia, que sueñan con la censura como aquél que lo hace con un orgasmo, mas tuvieron su peor pesadilla pues tuvieron delante a alguien a quien no pudieron silenciar ni impedir que dijese lo que piensa. Y es que los demonios no pueden ser descubiertos por los supuestos estúpidos humanos, sus caras de seres perversos no pueden verse bajo ningún concepto, ni sus intenciones llenas de odio, desprecio, animadversión, venganza, burla e indiferencia hacia quienes, engañados como niños, algunos de ellos sacrificados y abusados sexualmente, los obedecen con la ingenua fe de que están en buenas manos. ¡Válgame Dios!
Ahora que se plantea la paz, tras una guerra provocada por la OTAN y los tambores de guerra persistentes por parte de las masónicas estructuras de las naciones de Europa, dicen que no, que quieren guerra, mandar armas, poner a fuerzas especiales europeas en la frontera para supervisar…¿la paz? Otros que no se bajan del burro ni a garrotazos porque necesitan sus cargos para que la justicia no los trate como lo que son, auténticos criminales y genocidas de masas, obviamente hacen fuerza para que la defensa europea siga siendo un baluarte. El demonio quiere sangre, ya sea de niños, de fetos abortados, de suicidados, de personas fallecidas por los venenos covidianos introducidos en la sangre de quienes obedecieron el canto de sirenas de las lampades desde el inframundo, pululando por la Comisión Europea y los gobiernos y sus ministros, sometidos al hechizo de un aquelarre, y, por supuesto quieren que siga muriendo gente a borbotones en Ucrania, mientras disfruta su amo contemplando como los humanos se odian hasta la muerte y se clavan los puñales, como Caín con Abel. Nuestros políticos, no contentos con este hecho, desean tener miles de muertos en Ucrania, de paso para ver si por ésas consiguen hacer realidad los sueños del satánico Albert Pike o del mismo Mazzini para una tercera guerra mundial, porque cuando los espíritus oscuros te invaden no lo hacen de manera suave, sino que destruyen la conciencia y te convierten en un monstruo mucho peor que un tirarosaurio rex.
Eso sí, para ello han de ir paso a paso, piano piano, para desarrollar su plan de manera sigilosa como la serpiente, poco a poco, robándote el dinero, tu negocio, tu felicidad, tus sueños, tus seres queridos, hasta su salud y tu vida, de ser necesario, calentando cada día el caldero y sus pociones mágicas sin que nadie se percate. El infierno como la venganza se hace lentamente, sin que veas ni a tu propio verdugo ni sospeches de la trampa constante de tu existencia porque todo lo que rodea a estos seres ha de estar no sólo caliente sino ser un reflejo del infierno del que vienen o donde sus almas fueron compradas y arden felices, mientras gozan en la tierra de poder, riquezas o gloria. Lo malo va a ser cuando mueran, ahí los quiero ver sufriendo al ver como sienten como sus almas los achicharran hasta el dolor de la eternidad.
Es lo que ocurre cuando seres del inframundo dirigen nuestras vidas, como tenemos la desgracia de tener en Europa, seres que prefieren vernos muertos antes que vivos y míseros antes de felices. Es la calaña de estos personajes innombrables que todos tenemos in mente y que hay que mandar bien lejos de nuestras vidas, deseando que paguen por sus crímenes, sus engaños, sus mentiras, sus traiciones y, sobre todo, el desprecio que inspiran, como el olor a azufre que desprende el mero hecho de escucharlos o de verles el careto.
Esperemos que pronto pasemos página a este oscuro episodio de la historia de Europa, la peor pesadilla hecha realidad por parte de nuestros padres y para nuestros hijos. Vade retro, Satanás.