Por Alfonso de la Vega
Y muy valiente, se ha pronunciado nada más y nada menos que en Davos, dentro de un cónclave propio del enemigo. Me refiero como el lector habrá adivinado al discurso del presidente argentino Milei del pasado jueves 23 de enero. Una defensa implacable y bien argumentada, ya casi insólita, de la vida, la libertad y el derecho de propiedad. Y una crítica muy clara y contundente al wokismo como actual movimiento liberticida.
En palabras de Milei: “Argentina había estado infectada de socialismo por demasiado tiempo y que con nosotros iba a volver a abrazar las ideas de la libertad; un modelo que nosotros resumimos en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada…”
El discurso no tiene desperdicio, merece ser conservado y repasado aunque haya alguna falla en el análisis. Muy bueno el audaz y certero análisis del wokismo, en resumen:”En esto consiste fundamentalmente el wokismo, es el resultado de la inversión de los valores occidentales, cada uno de los pilares de nuestra civilización fue cambiado por una versión distorsionada de sí mismo mediante la introducción de diversos mecanismos de su versión cultural. De los derechos negativos a la vida, la libertad y a la propiedad, pasamos a una cantidad artificialmente infinita de derechos positivos. Primero fue la educación, luego la vivienda y, a partir de allí, cosas irrisorias como el acceso a Internet, la televisación del fútbol, el teatro, los tratamientos estéticos y un sinfín más de deseos que se transformaron en derechos humanos fundamentales, derechos que, por supuesto, alguien tiene que pagar.
Y que sólo pueden ser garantizados mediante la expansión infinita del aberrante Estado. En otras palabras, del concepto de libertad como protección fundamental del individuo frente a la intervención del tirano, pasamos al concepto de liberación mediante la intervención del Estado. Sobre esta base fue construido el wokismo, un régimen de pensamiento único, sostenido por distintas instituciones cuyo propósito es penalizar el disenso, feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género, entre otros, son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles.
Curiosa su reflexión sobre los agentes de la acción y reacción:
“…a lo largo de este año he podido encontrar compañeros en esta pelea por las ideas de la libertad en todos los rincones del planeta. Desde el maravilloso Elon Musk hasta la feroz dama italiana, mi querida amiga, Giorgia Meloni; desde Bukele en El Salvador hasta Viktor Orbán en Hungría; desde Benjamín Netanyahu en Israel, hasta Donald Trump en Estados Unidos. Lentamente se ha ido formando una alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres y que creemos en las ideas de la libertad.”
Una relación, por cierto, con algunos elementos más que dudosos o al menos discutibles como Netanyahu o incluso quizás Musk. Pero Milei prosigue:
“Y lentamente, lo que parecía una hegemonía absoluta a nivel global de la izquierda woke en la política, en las instituciones educativas, en los medios de comunicación, en organismos supranacionales o en foros como Davos, se ha ido resquebrajando y se empieza a vislumbrar una esperanza para las ideas de la libertad.
Hoy vengo aquí a decirles que nuestra batalla no está ganada, que si bien la esperanza ha renacido es nuestro deber moral y nuestra responsabilidad histórica desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo. Hasta que no hayamos logrado reconstruir nuestra catedral histórica, hasta que no logremos que la mayoría de los países de Occidente vuelvan a abrazar las ideas de la libertad, hasta que nuestras ideas no sean la moneda común de los pasillos de eventos como este, no podremos bajar los brazos porque, debo decir, foros como este han sido protagonistas y promotores de la agenda siniestra del wokismo que tanto daño le está haciendo a Occidente. Si queremos cambiar, si queremos verdaderamente defender los derechos de los ciudadanos, primero tenemos que empezar por decirles la verdad.
Y la verdad es que hay algo profundamente equivocado en las ideas que se han estado promoviendo desde foro como este. Me gustaría tomarme unos minutos, desde este día, para discutir algunas de ellas. Hoy pocas personas niegan que soplan vientos de cambio en occidente. Están quienes se resisten al cambio, están quienes lo aceptan a regañadientes, pero lo aceptan al fin, están los nuevos conversos que aparecen cuando lo ven como inevitable y, por último, estamos quienes hemos luchado toda una vida por su advenimiento.
Cada uno de ustedes sabrá en qué grupo se reconoce, seguramente haya un poco de cada uno en este auditorio, pero todos reconocerán, seguramente, que el tiempo de cambio está tocando la puerta. Los momentos de cambio histórico tienen una particularidad: son tiempos donde las fórmulas que estuvieron vigentes por décadas se agotan, las maneras consideradas únicas de hacer las cosas dejan de tener sentido y lo que para muchos eran verdades incuestionables son, finalmente, puestas en duda. Son momentos donde las reglas se reescriben y por eso son tiempos que recompensan a quienes tienen el coraje para tomar riesgos.”
Nuevamente, la antigua pregunta del grial al caballero: “¿Y tú, a quién sirves?
Un gran discurso en cuanto a la exposición didáctica de nuestros males que en general ha sentado bastante mal en su tierra si hacemos caso a la opinión de la prensa argentina. La Nación, Clarín o elDiarioAR le critican abiertamente insistiendo en que fue recibido con frialdad en una la sala que estaba medio vacía. O medio llena, según se mire.
Pero creo que se debiera depurar algo más el análisis que hace Milei. Así, por ejemplo, habría que contemplar el auténtico rol del sionismo en el wokismo ¿Borrón y cuenta nueva? O investigar más en lo que se refiere a la forma y medios de la independencia argentina de España, quizás origen mediato de sus males, cadenas aparte. La referencia laudatoria a Musk no termina de encajar con lo de la economía de mercado y la libertad. Se trata de un plutócrata monopolista que si bien ahora estaría contra la censura también pudiera no estarlo y a ver quién le pone el cascabel al gato. Este asunto de los posibles aliados, amigos y enemigos así como las instituciones debe ser estudiado con mucho detenimiento tanto para la consecución de éxitos cuanto a la credibilidad del proceso.
No obstante, ojalá tuviésemos algo parecido a Milei en la cloaca política española actual.
Solo decir que nada ni nadie esta hay sin su permiso,ya veremos por donde sale este individuo,pero elogiando a Musk es suficiente,se le ve el plumero,¿asi que ojala tuvieramos algo parecido aqui?No gracias, ya tenemos a uno parecido y mas vale malo conocido que bueno por conocer
Al final del texto se hace un breve primer esbozo de crítica del discurso de Milei en lo que parece menos coherente, incluido lo de Musk. Su ataque al wokismo precisamente en Davos no deja de ser valiente. Ante la incompetencia de la actual oposición, España necesitaría un revulsivo y planteamientos como los de Milei aunque sean esquemáticos o incluso defectuosos lo podría facilitar. Al menos como elementos de debate necesarios para salir de la presente parálisis política mientras todo empeora con un conformismo resignado que nos lleva a un desastre anunciado. Aunque hubiese elecciones limpias y las ganase el PP woke de Feijoo, eso tampoco solucionaría nada decisivo.
Nosotros servimos a Dios,al Dios verdadero,creado y no creado…a los Ángeles a los Santos,a la Virgen María,y a vosotros hermanos.