En un trágico giro de los acontecimientos, Fernando de Borbón y Medina, sobrino del rey Juan Carlos y primo tercero del rey Felipe VI, ha fallecido repentinamente el pasado 5 de enero de 2025 en Sevilla, víctima de un infarto a los 58 años. Este suceso se suma a una serie de pérdidas inesperadas que han afectado recientemente a la Familia Real Española.
Fernando de Borbón y Medina, hijo de Alfonso María de Borbón y Pérez del Pulgar e Inés Medina Atienza, había trabajado durante muchos años en la dirección comercial de Endesa, donde había dejado una huella significativa antes de su prejubilación. Conocido por su discreción y alejado de los focos mediáticos, su muerte ha supuesto un duro golpe para su entorno familiar y social, especialmente considerando que el mismo día de su deceso, el rey emérito Juan Carlos celebraba su 87º cumpleaños en Abu Dabi.
Este fallecimiento se inscribe en una dolorosa sucesión de pérdidas dentro de la familia real. En marzo de 2024, la familia ya había lamentado la muerte de Fernando Gómez-Acebo, primo del rey Felipe VI, que falleció a los 49 años debido a una insuficiencia respiratoria crónica, tras luchar con problemas de salud prolongados. Solo unos meses más tarde, en agosto del mismo año, Juan Gómez-Acebo, otro primo del rey Felipe VI y hermano de Fernando, también falleció a los 54 años, víctima de cáncer.
La vida de Fernando de Borbón y Medina estuvo marcada por la tragedia familiar desde antes. En 2005, su hermano Alfonso de Borbón y Medina perdió la vida en un accidente de tráfico en Madrid, un evento que marcó profundamente a la familia.
El funeral de Fernando se ha celebrado en la más estricta intimidad en Sevilla, sin la presencia de ningún miembro de la Casa Real, reflejando quizás la discreción que caracterizó su vida. A pesar de su linaje y la relevancia empresarial que alcanzó, Fernando prefirió mantenerse al margen de la vida pública, centrándose en su trabajo y su familia.
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