Los 28 «pisitos de señoritas» que deberían hacer caer al gobierno en bloque

No hay día en que no salte un escándalo relacionado con el gobierno de Sánchez, a cual más repugnante. Koldo García, el ex-portero de club de lucec¡tas, antiguo asesor y mano derecha del exministro de Transportes José Luis Ábalos, ha sido desenmascarado como el cerebro detrás de una operación de alquiler masivo de pisos turísticos que parece sacada de una novela de intriga y corrupción. En menos de un año y en pleno confinamiento, este individuo, con acceso a los más altos niveles de poder, convirtió Madrid en un burdel privado para los miembros de la trama, alquilando ¡28 pisos! para encuentros que dejan mucho a la imaginación.

Según fuentes cercanas al caso, Koldo no solo gestionaba la agenda de reuniones políticas, sino que también manejaba una agenda paralela, esta vez con nombres de mujeres, etiquetadas crudamente como «puta5». La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Con qué dinero se financiaba esta vida de excesos y lujuria? ¿Eran los fondos públicos, desviados de su propósito original, los que pagaban estas escapadas?

Los pisos en cuestión, no eran simples apartamentos, sino alojamientos de lujo en Airbnb, donde el glamour se mezclaba con lo sórdido. Imaginemos las escenas: noches de desenfreno en los mejores barrios de Madrid, mientras los españoles estaban encerrados, los negocios paralizados y el país sufría una grave crisis económica. El exportero mientras tanto, además de tomar decisiones relevantes sobre la compra de mascarillas, algo realmente llamativo en alguien que hacía de escolta y recadero de Ábalos, se permitía el lujo de gastar miles de euros en discotecas y locales de moda, mostrando un nivel de vida que no correspondía con su sueldo oficial de asesor.

Las fechas de los alquileres coinciden con momentos clave en los que se presume que estas «reuniones» no eran solo para placer, sino también para tejer la red de una trama corrupta que podría alcanzar a otros altos cargos (recuerden lo del «pisito» del Ministro Ángel Víctor Torres). Las noches en Madrid no solo eran de fiesta, sino también de negociaciones bajo la mesa, donde se traficaba con contratos y se entregaban comisiones.

Este caso no solo expone la falta de moral de esta gentuza, sino que pone en entredicho a toda una administración. ¿Quién más participaba? La justicia ha comenzado a desenredar esta madeja, pero las implicaciones son enormes. Desde la moralidad hasta el uso indebido de fondos públicos, cada revelación es un golpe más a la ya nula confianza en aquellos que deberían servir al pueblo.

La sociedad española se encuentra ahora frente a un gobierno hipócrita que refleja una imagen perturbadora: un sistema donde el poder puede comprar no solo influencia, sino también placeres oscuros al tiempo que presumen de feminismo. Mientras tanto, Koldo García, con su agenda de «señoritas», nos recuerda lo unida que está la corrupción con los que nos gobiernan. No nos olvidamos del escándalo del caso ‘Tito Berni’ del que nadie habla.

Conviene recordar también cómo Sánchez hablaba de Koldo en su libro «Manual de resistencia». Decía de él que era un «buen socialista» y «un ejemplo para la militancia». Pues no le faltaba razón…

La pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Cuántos más están implicados en esta red de lujo y depravación? La investigación sigue, y con cada nuevo descubrimiento, se destapa más estiércol.