En 1370, los Oráculos de Merlín predecían que una Virgen del bosque de los robles (el de Domrémy) vencería a los arqueros (los ingleses). En 1399, Marie Robine, reclusa en Aviñón, profetizaba en sus versos que el reino perdido por una mujer (Isabeau de Bavière) se vería salvado por una virgen. En 1803, fue declarada símbolo nacional por Napoleón Bonaparte y sirvió de alegoría para los defensores de la Patria amenazada durante la guerra franco-prusiana (1870-1871) cuando el emperador Napoleon III fue capturado y Alsacia-Lorena anexionada por el Imperio Alemán.
Sus presuntas reliquias veneradas en Chinon fueron descubiertas en 1867, en una jarra, en una farmacia parisina. No se trataba de restos de Juana sino de una falsificación realizada a partir de una momia egipcia de la época faraónica, entre los siglos tercero y sexto antes de Cristo. Tenemos madera quemada, una costilla humana y el fémur de un gato. En 1867, se inauguró la exposición Universal decretada por Napoleón III que demostraba la grandeza de Francia y del Segundo Imperio, el cual con toda lógica ordenó sacar las falsas reliquias de Juana.
Durante su proceso, Juana identificó las voces que oía como provenientes de dos vírgenes y mártires entonces veneradas : Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita de Antioquía, las cuales formaban parte de los 14 santos auxiliadores cuya invocación, desde la época de la peste negra, se consideraba eficaz. La Doncella afirmó haber sido gobernada por sus voces durante 7 años, los cuales corresponden a su formación militar (por el capitán Robert de Baudricourt) e intelectual-religiosa en Domrémy por las dos damas de Remiremont y de Bourlemont: Jeanne y Agnès. La familia de Bourlemont estaba vinculada con Isabelle Romée de Vouthon, madre adoptiva de Juana, la cual pertenecía a la poderosa familia de Salm, cuya nobleza remonta a Carlomagno e incluso a los merovingios. Su padre adoptivo, Jacques dArc era noble también y sus ancestros poseían bienes en común con los templarios.
La que más incentivó a Juana a salvar el Reino de Francia fue la duquesa de Anjou, Yolanda de Aragón (de la dinastía Valois), reina de los 4 reinos: Sicilia, Nápoles, Hungría y Jerusalén. Durante 42 años, desde 1400, fecha de su boda con Luis II de Anjou hasta su muerte, fue el cerebro detrás de todos los acontecimientos importantes, real influencia en la sombra. Su carácter violento hizo que la apodaran Violante de Aragón. Se dedicó a sacrificar los peones que caían entre sus manos, ansiosa de poder en todos los frentes. En febrero de 1419, firmó una tregua con los ingleses aunque no tenía todavía poder oficial ni era aún suegra del rey Carlos VII. Fue la primera en conceder su aprobación a Juana, pues las victorias de la joven permitieron en Reims la coronación de Carlos VII su yerno, casado con su hija María de Anjou y al que había educado Yolanda en su castillo de Angers. Cuando en 1423, en Anjou, los ingleses estaban conquistando alrededor de sus tierras, Yolanda no dudó en tomar el mando de sus tropas en su caballo, atacando a los soldados, los cuales terminaron huyendo, prefiguración de lo que hizo Juana en los campos de batalla.
Ella estuvo en Chinon en marzo de 1429 para acoger a Juana en su primer encuentro con el futuro Carlos VII. Allí, Juana adoptó el papel de profetisa, al visitar a su medio-hermano Carlos VII. Fue ennoblecida por él, pasando a llamarse “Jeanne du Lys”, siendo alojada en el castillo de Chinon, precisamente en la torre de Coudray donde estuvieron prisioneros los últimos Templarios en 1308. Los más altos dignatarios del Reino venían a consultarla y las mujeres de la corte estaban a su servicio. Juana llamaba a Carlos VII, “el más pobre caballero del Reino”, término utilizado para los Templarios. Yolanda estuvo en Poitiers cuando Juana fue cuestionada por los doctores de la comisión de teólogos presidida por Regnault de Chartres, arzobispo de Reims. Fue ella la que procedió al examen clínico de la virginidad de Juana. Es en Tours, ciudad fiel a Yolanda, que Jeanne mandó hacer su armadura de acero de 29 piezas y su estandarte. Pidió además que fueran a buscar la espada, oculta en Sainte-Catherine de Fierbois, que había pertenecido a Carlos Martel (732) y al merovingio, fundador del Temple y de la Orden del Santo Sepulcro, Godefroid de Bouillon, el cual gobernó el Reino de Jerusalén tras la primera cruzada. El jefe de la guardia personal de Juana, el escudero Jehan d’Aulon, era el hombre de confianza de Yolanda y Marie d’Aulon, su dama de honor. Yolanda rodeaba a la Doncella de consejeros-espías, financió en parte las tropas (con la ayuda de Jacques Coeur, el cual fue acusado de fabricar monedas falsas) y las juntó alrededor de Blois para abastecer a Orléans. Con el ocultista Gilles de Rais (casa de Laval), el verdadero Barba Azul, alcohólico, pedófilo y asesino en serie, Juana acompañó el enorme convoy de víveres y municiones.
Bajita, musculosa, de tez clara, con el pelo medio largo, rizado, entre rubio y pelirrojo, los ojos azules y las manos muy grandes por empuñar la espalda desde los 12 años, Jehanne no se llamaba de Arco sino Juana de Orleans, por ser la hija oculta del duque Luis de orleans (hermano del rey Carlos VI) y de la Reina de Francia, Isabeau de Baviera. Nunca fue pastora de ovejas, tuvo una muy buena formación intelectual, sabía leer y escribir muy bien, además de hablar el francés de la Corte. No nació el 6 de enero de 1412 sino más bien el 10 de noviembre de 1407. No nació en Domrémy sino en el hotel Barbette de su madre después de once hermanos. En efecto, por temor a que Carlos VI hiciera daño a Isabeau (la agredía a veces verbalmente), fue alojada en aquel hotel mientras que él se quedaba en el hotel Saint-Pol. Se hizo creer que Isabeau tuvo un hijo muerto llamado Felipe, el cual fue enterrado en Saint Denis, como lo señala una crónica (fabricada 50 años más tarde) con el fin de ocultar el nacimiento de Juana.
El 23 de noviembre de 1407, al venir a visitar a su hija, Luis de Orléans fue asesinado, después de una cena con la reina, por su primo el duque de Borgoña, Juan sin miedo (dinastía Valois) que fue otro amante de la reina y seguramente el verdadero padre de Carlos VII. El hijo de la víctima, Charles d’Orléans, se unió con su suegro, Bernard VII de Armagnac para combatir Borgoña en una guerra fratricida que duró hasta 1435, aliándose los borgoñones con los ingleses (Enrique V) pues Enrique VI tenía que haber sido rey de Inglaterra y de Francia, según lo establecido por el Tratado de Troyes.
Al día siguiente del asesinato de su padre, Luis de Orleans, Juana fue llevada a Donrémy por Juana de Arco (dama de honor de Isabeau, esposa de Nicolas de Arco y madrina de bautismo de la doncella el 6 de enero de 1408) y fue confiada a Santiago de Arco y a su mujer Isabelle de Vouthon hasta su adolescencia. Es cierto que las redes franciscanas, jugaron un papel preponderante a lo largo de la vida de Juana: su capellán Juan Pasquerel era franciscano, en su estandarte, hizo inscribir “Jhésus María” en carácter gótico (en realidad representan a René d’Anjou y Juana de Arco), divisa de la Orden, la cual eran pro-Armagnacs mientras los dominicanos eran pro-borgoñeses. Yolanda era miembro de la Tercera Orden Franciscana y conoció a la reformadora Coleta de Corbie. Además, la madre adoptiva de Juana tenía vínculos genealógicos con la propia madre de François d’Assise, Joanna Pica de Bourlémont.
Cuando la joven se hizo innecesaria, Yolanda la vendió a los Anglo-Bourguignons por 10.000 escudos. La Doncella tuvo que presentarse delante de un tribunal eclesiástico entre enero y mayo de 1431 (recordemos que la inquisición fue una creación de los dominicos) cuyos jueces, salvo uno, eran todos franceses. Las conclusiones del interrogatorio durante el juicio de Rouen están ocultas en los Archivos Vaticanos. Tanto este juicio como el juicio para la nulidad de la condena ordenado por Carlos VII en 1456 fueron manipulados. Los testigos casi todos falsos, dieron respuestas idénticas a los monjes inquisidores, usando un vocabulario muy diferente al de pobres e iletrados campesinos.
La Poncella no murió quemada viva en la hoguera en Rouen el 30 de mayo de 1431. No se podía quemar a la gente noble. La mujer condenada que murió en su sitio tenía el rostro tapado con una capucha y fue quemada por brujería. Juana escapó con la complicidad de su propio juez, el obispo Pierre Cauchon y del duque Juan de Bedford.
Se refugió entonces durante meses en Besançon en el convento de las clarisas de Coleta de Corbie y luego cerca de Elisabeth de Luxemburgo su tía. Varias crónicas narran su reencuentro con sus hermanos Pedro y Juan de Arco, con su madre adoptiva así como su presencia a partir de 1436 en Metz, donde tuvo reuniones con grandes señores que le hacían regalos (espadas y caballos). Decía llamarse Claude. Se casó en Arlon, en presencia de la Corte de Luxemburgo, el 3 de octubre de 1436, fecha de fallecimiento de Francisco de Asís, con el caballero Roberto des Armoises, con el cual tuvo hijos cuyos descendientes han sobrevivido hasta el día de hoy. Se fue a guerrear cerca de Colonia, invitada por el conde Ulrich de Wurtemberg que ambicionaba el arzobispado de Tréveris. Allí, vestida de hombre, hacía prodigios (magia), bailaba y bebía con los soldados. Siendo excomulgada por el Inquisidor de la ciudad, escapó de la cárcel gracias a Ulrich. Fue también a Italia, enrollándose como soldado en el ejército papal de Eugenio IV, en una guerra contra príncipes italianos. En 1436, lideró la operación militar que devolvió a los franceses el puerto de la Rochelle (usado por los templarios), gracias a la ayuda del rey de Castilla, Enrique IV que le mandó decenas de navíos y una gran cantidad de soldados a través de Álvaro de Luna (Valois), lo que permitió la llegada de Margarita de Escocia al puerto, la cual se iba a casar con Luis XI. En 1439, los obispos de Reims y de Vienne así como una muchedumbre en Orléans celebraron su entrada triunfal durante 5 días, con banquetes, vino y carne, además de entregarle una fuerte cantidad de dinero (210 libras). Luego, hasta 1449 estuvo con su marido Roberto en su castillo de Jaulny.
Cabe señalar que Jehanne hizo una peregrinación a Notre-Dame-de-Liesse donde se encontraba la virgen negra Ismeria, la cual representa en realidad a María Magdalena sosteniendo a su hija (pelirroja), es decir a su descendencia. Aquí aparece el vínculo de Juana con el Priorato de Sión, sociedad secreta fusionada con la de los Templarios hasta el año 1188 cuando tuvo lugar el episodio de la “Hendidura del Olmo”. La región de Orléans fue siempre refugio de Templarios. Godofredo de Bouillon, representación del rey Ormus de la tradición egipcia, había fundado la abadía del Monte Sión en 1099. Una parte de la financiación del ejército de Juana vino de esta Orden cuando los ejércitos escoceses lucharon a su lado, con técnicas de combate mucho más eficaces que las de la caballería francesa, usando armas de fuego. En la imagen, la vemos de rodillas con René de Anjou (segundo hijo de Yolanda de Aragón) a la izquierda, iniciado por la hija de María Magdalena (Sara o princesa-Damaris, pelirroja, que se casó en Mosela con Ratherius, señor pre-merovingio). Le entrega a René un anillo durante su boda alquímica con Juana. Hay que añadir que la pareja tuvo una hija llamada Yolanda de Bar, que se casó en 1445 con el conde Ferry de Vaudémont.
René de Anjou se había criado en el Castillo de Angers (nació en 1409) y se volvió Gran Maestre del Priorato de Sión en 1418. Fue él quien sacó a Juana de la cárcel en 1456. Fueron amantes, razón por la cual estaba en conflicto con Roberto des Armoises, habiendole confiscado su castillo de Tichémont. René conoció en Italia a Cosme de Medici, aficionado al esoterismo, a Leonardo Da Vinci y a uno de sus protectores, Ludovico Sforza que fue íntimo amigo suyo. Perteneció a la Orden del Toisón de Oro y fundó en 1448 la Orden esotérica de la Media Luna. Usaba la Cruz de Lorena, que no era la cruz de la Crucifixión, sino una cruz báculo, instrumento de planimetría para medir ángulos, averiguar alturas y preservar el conocimiento de la localización de un lugar secreto mediante meridianos y paralelos.
Los agentes mensajeros de Juana se llamaban “Flor de Lys” o “ Corazón de lys”, recordando a María Magdalena que emigró desde Judea hasta el sureste de Francia, Patrona de los Templarios. La flor de lys fue originalmente una abeja. A María Magdalena, “Nuestra Dama de las grutas”, se la llamaba también “Reina de las abejas” y entre el siglo V y VIII, los reyes merovingios, brujos, crueles y polígamos la usaron como símbolo para ser descendencia, haciendo también referencia a las lágrimas del sol Ra, derramadas sobre la tierra en el Antiguo Egipto. Napoleón Bonaparte, adoptó la flor de lis en su manto de autocoronación. René de Anjou obtuvo del papa Nicolás V una bula para encontrar los restos mortales de Magdalena y de sus compañeros.
Por añadidura, Juana colaboraba y fue ayudada por la Órden iniciática de la Carbonería, cofradía esotérica muy organizada de leñadores y cazadores, que usaban el arco y el martín (pequeño palo de madera que a menudo sujetaba Juana), presidida por los carboneros reales, los cuales veneraban a San Nicolás (representado con la cara negra por el carbón). Tenían como blasón tres pirámides invertidas (Egipto). El carbón de la madera servía para hacer polvo de cañón para las armas de fuego usadas por el ejército de Juana. Los masones se relacionaban con la albañilería y los carboneros con la madera, asistiendo a reuniones rituales en los bosques, ridiendo culto al pastor Dafnis (Arcadia), alimentado por abejas, pareja homosexual del dios griego Pan. En cuanto a las Damas de la nobleza de Remiremont, eran las herederas directas de los colegios druidas femeninos de la antigua Galia. El ave fénix era el símbolo del quinto grado de la Carbonería y corresponde plenamente a Juana que renació de sus cenizas después de sobrevivir a la hoguera.
En realidad, eran descendientes de Caín (del País de N.O.D), el cual para ellos es el legítimo rey del mundo y de la Tribu de Dan. Stenay, donde fue señor Godofredo de Bouillon y donde fue asesinado el último merovingio Dagobert II (el cual poseía una reliquia de Maria Magdalena), mientras descansaba cerca de una fuente en 679 (muerte aludida en la novela La fuente de la Fortuna de René de Anjou en 1457) era capital merovingia y conserva cabezas de diablos en las fachadas de varios edificios. Dagoberto murió clavado en un árbol, con una lanza en el ojo, lo que podría explicar la manía de la élite de taparse un ojo. Igualmente, en la iglesia de Rennes le Château, donde se refugió su hijo, Sigisberto IV (el retoño ardiente) en 681, salvado por el sicambro Meroveo Levy y que se casó con Magdala de Narbona, tenemos a Asmodeo. Las manzanas azules de Rennes le Chateau representan en realidad las “pommes de pin” es decir las piñas del pino, símbolo de la glándula pineal que lleva a la iluminación. Juana tenía un don de videncia y clarividencia que heredó de su padre Luis de Orleans, por haber bañado su familia en el ocultismo. Además, la referencia a San Miguel Arcángel proviene de los merovingios, recordando al obispo San Aubert, fundador del Monte San Miguel en 709 que tuvo un supuesto encuentro con el Arcángel, el cual le perforó el cráneo con su dedo de fuego. Esta perforación se encuentra en varios cementerios merovingios de Lorena. Juana pertenecía a la Cofradía de los mercaderes de San Miguel, que luego fue convertida en Orden de San Miguel por Luis XI, en 1469.
Juana murió en Lorena alrededor de 1457, seguramente asesinada cerca de Greux, en la ermita de Bermont, lugar de culto a Maria Magdalena. Fue enterrada en la cripta de la iglesia de Puligny-sur-Madon, pueblo ubicado a 5 kilómetros del castillo que pertenecía a su familia política. Fue depositada en un sarcófago, con sus joyas, al lado del de su marido Roberto que fue enterrado con su armadura en 1454. El obispo de Orléans, Félix Dupanloup ya la quiso canonizar en 1869. En 1890, una placa de recuerdo de la sepultura fue borrada. Esta última fue profanada poco antes de su beatificación, en 1909 por dos emisarios, mandados por el papa Pio X, Eugène Tisserant (el cual participó en acuerdos con Rusia en 1962, entre Khrouchtchev y Juan XXIII) y el cardenal-secretario de estado del papa Rafael Merry de Val. Se quedaron una semana en la iglesia, cerrando el lugar por supuestas obras. Retiraron el cuerpo de Juana, destruyeron el sarcófago y borraron el epitafio de su tumba. Su esqueleto fue trasladado al subsuelo de la basílica Notre Dame de Cléry Saint André que lleva un suelo ajedrezado blanco y negro, tan apreciado por los templarios y masones, donde están enterrado el rey Louis XI y el militar Tanneguy du Chastel, el cual habia presionado al Delfin Carlos para que recibiera a Juana en Chinon. Para su canonización en 1920, el gobierno francés entregó 30 millones de francos-oro al Vaticano. En 2001, el cuerpo de Juana fue analizado por el arqueólogo ucraniano Sergueï Gorbenko, director del Instituto de Etnología de Moscú. Otra parte de sus restos terminó en una fosa común en Puligny y su corazón fue depositado en un relicario debajo de una losa de la catedral de Reims.