“Una trasnochada y decadente Ana Belén, imagen del gobierno más corrupto de la historia de España” era el título del artículo, ya preparado para enviar. Pero las campanadas de fin de año me obligaron a modificarlo. Había que incluir a los protagonistas del esperpento blasfemo. En realidad, toda esta navidad lo está siendo.
¿No habría nadie más acorde para felicitar la Navidad en nombre del Museo del Prado que este personaje?, podrían preguntarse algunos ingenuos, viendo que encajaría más representando el Día del orgullo gay o similar. Pero la verdad es que está muy bien elegido. Ana Belén es defensora del castrismo, del zapaterismo y del sanchismo. Ah, y también de Maduro y de cuanto dictador comunista asola los estados americanos.
Estos siempre pagan a sus faranduleros y los hacen millonarios. Así, el honor de felicitar una Navidad sin Niño Jesús recayó en la otrora diva y multifacética Fortunata, que se pegó un buen revolcón con Fabio Testi en Adiós pequeña, lo cual decepcionó a mi padre, del que era su amor platónico. Aquella “guarrería”, según él, dio paso a un desencanto sin retorno. Poco sabíamos por esos días lo que íbamos a tener que ver y oír de estos diosecillos de cabeza hueca en estas pantallas desnortadas. Dicho esto, si Pedro Sánchez ha decretado que, tras profanar el descanso del Caudillo al más puro estilo de los asaltadores de tumbas, Franco sea el protagonista de este 2025, es muy lógico y coherente que saque a la palestra a toda la chusmería progre, léase los personajes que más se han beneficiado de aquellos años de tanta censura y dictadura; ejemplo, la susodicha, niña prodigio dicen, protagonista de Zampo y yo, a la cual no le faltaron oportunidades en esa España gris que tanto denuestan, a pesar de ser la hija de una humilde portera de barrio. ¡Y eso que, según estos quejicas de la mamandurria, solo los de la derecha podían acceder al triunfo! Es la cantinela victimista que estos “cómicos” repiten como loros, a falta de argumentos más creativos y veraces. Sí, todos los denigradores del antiguo régimen han sido quienes más han ocupado los espacios del celuloide, sea en películas, televisión, publicidad y demás espectáculos.
Pero, paradójicamente, todos estos intérpretes de películas, teatro o el clásico Estudio 1 de TVE, que tanto se lucraron durante el franquismo, incluida esta señora de la Puerta de Alcalá, lo siguieron haciendo ininterrumpidamente hasta el momento presente, y nunca les faltaron las subvenciones y otras prebendas. De todos es sabido el sectarismo del cine español, su matraca de la guerra civil y su aversión no solo al catolicismo y a todo lo que este representa, sino a los valores en general, y su defensa del comunismo y la subcultura woke, de la que hacen gala siempre que tienen oportunidad, muy especialmente en sus sectarios y guionizados premios Goya, tan abundantemente regados con dinero público.
Yendo unos años atrás, los faranduleros de apoyo a Rodríguez Zapatero, organizados en el Círculo de Bellas Artes, conocidos popularmente como la “secta de la ceja”, le han causado a España un daño irreparable. Y continúan con su destrozo demoledor, cada vez más crecidos y desvergonzados, auspiciados y protegidos por el corruptísimo gobierno despótico de Sánchez que, dicho sea de paso, tiene, aparte de su mujer y hermano, a casi todos los miembros del gabinete imputados por robo, malversación, revelación de secretos y otros delitos que van aflorando.
Ser de “la ceja” no significa estar dado de alta en un grupo, ya disuelto oficialmente, ni haber tomado parte activa en la campaña de 2008 defendiendo los desastres de ZP: ruina del país, leyes de violencia de género, eugenesia, aborto, matrimonio homosexual, los pactos con la ETA, pero, sobre todo, el haber desenterrado el odio entre las dos Españas, algo que ya había sido procesado, perdonado y superado por los españoles. Y no puso en práctica el sentimiento guerracivilista por error o imprudencia, sino a propósito, para dividir. “Tensionar” fue la palabra que empleó. Esto refleja la mala calaña del personaje.
Pertenecer a “la ceja” es haber integrado la ideología queer, el feminismo radical odiador de hombres, el lobby LGTBI y el universo distópico de la subcultura woke al completo. Todo ello implica un peligroso coqueteo con el satanismo, no exento de peligro, tanto físico como emocional y espiritual. Es, por tanto, algo realmente serio, que hay que situar en la frontera de lo patológico; se trata de un desequilibrio mental que se sustancia en una manera de ser, de pensar y de actuar. Nadie en su sano juicio defiende postulados de muerte y destrucción. Es contrario a la esencia del ser humano en equilibrio.
Estos personajes frívolos y amorales, de tendencia ególatra, son traidores a la patria y fomentadores de la leyenda negra contra España. Eso sí, idolatran la sangre y las torturas comunistas, los narcoestados y a sus líderes corruptos, léase el dictador Fidel Castro o el idolatrado asesino de niños, Che Guevara. Una sociedad más adulta y formada jamás sería seguidora de estos titiriteros de tan malévolas intenciones, además de incultos, que se enteran de la existencia de Ibsen y Eurípides cuando lo ven escrito en el libreto. Aun así, se consideran a sí mismos los genuinos representantes de la cultura.
Lo cierto es que, gracias a la dinámica de este progrerío desalmado que hace una labor de contagio ideológico, tenemos a un Pedro Sánchez en la Moncloa, con un Zapatero en la sombra, a punto de convertir a España en un narcoestado dictatorial arruinado, con una élite billonaria, como en Cuba y Venezuela, sin nada bueno que ofrecer y unos ciudadanos empobrecidos, sin libertad y sin esperanza.
Y en medio de todo esto, o a consecuencia de ello, nos han colado a una extremista Ana Belén protagonizando la felicitación del Museo del Prado con su “España camisa blanca” a capela. ¡Para llorar! Una auténtica ofensa para quienes sean capaces de ver un poco más allá de lo aparente. Fieles a su línea, ni una alusión a la Navidad ni a su significado. Esperemos que a Urtasun no se le ocurra organizar una hoguera con las pinturas de Fra Angélico, Zurbarán, Juan de Juanes o el Maestre Nicolás Francés, que tanto rechinan a la clase gobernante actual por ser representaciones de personajes y momentos sagrados.
Esta Navidad los sesgos satánicos están más visibles que nunca. Lo decía de manera velada Pascual Uceda en su artículo de hace unos días. El sistema considera que la sociedad ya está preparada para la nueva religión laicosatánica y no dudan en manifestar sus intenciones cada vez más explícitas. La gorda y sebosa Marichús de las campanadas de la TVE1 con su burla sobre el Sagrado Corazón ha conseguido que muchos supiéramos de su existencia. Su repugnante grasa es comparable a la de los Juegos Olímpicos de París remedando la Última Cena de Jesús. No le auguramos a ninguna de las dos un buen final. Aquello que siembran recogerán.
No conozco a nadie que tuviera interés en ver el vestido de Cristina Pedroche, ni este año, ni los anteriores. Es cosa de los medios de comunicación para llenar páginas. En realidad, fue otra fantochada con cancán y faldones para luego quedarse casi en cueros, como acostumbra. Yo prefiero a las chicas que salen de la tarta por sorpresa ligeritas de ropa. Son más nobles y no engañan a nadie con mensajes ocultos. Se ha dicho que el historiado vestido estaba hecho con leche materna, realizado con una complicada técnica, y el mensaje encriptado era la defensa de la infancia. No dice nada en favor del evento el hecho de haber sido patrocinado nada menos que por UNICEF España, uno de los corruptos organismos internacionales de la ONU, promotor del aborto y defensor de la promiscuidad y homosexualidad entre adolescentes. Hay que recordar que, por esta razón, le fue retirada la partida anual que la Iglesia católica le tenía asignada desde hacía años.
Señora mía: es usted bella y puede ir desnuda cuando y donde le plazca. Pero no justifique su desnudo ni intente defender la infancia con parodias ridículas. No hacen falta creativos para esto. El método ya está inventado y es muy sencillo. Solo hay que decir “no al aborto, no a la eugenesia, sí al derecho a la vida de todo ser concebido”. Y repetirlo una y otra vez hasta que todo el mundo esté concienciado y terminemos con este genocidio monstruoso y sangriento que ha colocado a nuestra sociedad al nivel de barbarie de muchos pueblos del pasado.
La invito a que en las próximas campanadas, a pesar de haber perdido su primer lugar por la trampa que le tendió Broncano con el saludo en directo, haga la defensa de la infancia de manera más clara y sincera. Sin adivinanzas. Diciendo simplemente: “No al aborto, sí a la vida”. Es más fácil desnudarse que decir eso públicamente. ¿O quizá no? ¿Se atreve?
Y así, entre anécdotas varias, de hondo calado, va fluyendo esta Navidad 2024-2025. A este paso, gracias a toda la tropilla citada y sus contagiadas marionetas ideológicas, acabarán prohibiéndola, igual que han hecho en otros lugares. No importa. Jamás podrán eliminar lo que es inmortal. Y siempre nos quedarán las catacumbas en espera de tiempos mejores.
Y la gente de tardeo pasando de todo,neuromodulada y dejándose meter impuestos como en Madrid el tasazo de las basuras, brutal.
Mas que una vaca con cuernos me parece un Moloh o Baphomet. Eso explicaría que la gorda odiadora escribiera en Internet que lo que había hecho era más grande que lo de Lourdes o Fátima. Además, sabiendo que el principal objetivo del sionismo masónico es reemplazar a Dios por el Diablo ….
Estos personages asquerosos son satánicos , son masones y solo se meten con el cristianismo, con otras religiones no tienen vulva ni cojones, yo me entré de lo que hizo esa inmundicia por medios como este ya que no veo la televisión porque me da asco ,nauseas y ganas de vomitar. A mi no me gustan las gracias de esos desgraciados soeces, estos villanos que apoyan a los tiranos, les gusta el comunismo y están llenos de cinismo, espero que toda esta basura pague por todo el daño que está haciendo a la sociedad.
Las mas las ignorantes siguen confiando en estos farsantes, en España ya está todo corrompido, desde los políticos, jueces y fiscales con raras excepciones, la basura del cine y de la cultura, defiende la tiranía la dictadura comunista.