En la respuesta a los daños causados por las recientes diadas en la región, la Generalidad Valenciana ha desembolsando ya 43,2 millones de euros en apenas diez días después la apertura del plazo para solicitar ayudas. Mientras tanto, el Gobierno de España, bajo la dirección de Pedro Sánchez, aún se encuentra en la fase de revisión documental.
El presidente valenciano, Carlos Mazón, ha manifestado su compromiso con los afectados, asegurando que la administración local ha actuado con diligencia y eficacia. «Hemos avanzado con celeridad para proporcionar alivio inmediato a aquellos que han perdido sus vehículos», ha declarado Mazón. Las ayudas de la Generalitat, que incluyen hasta 23.000 euros por coche, contrastan con la inacción percibida del Gobierno central, que aún no ha liberado fondos para este fin.
Por su parte, Pedro Sánchez ha sido criticado por la gestión de la emergencia, especialmente en lo que respecta a la ayuda para vehículos. No obstante, el Gobierno central ha señalado que está trabajando en un plan más amplio de reconstrucción, que incluiría asistencia para la adquisición de nuevos vehículos. Sin embargo, hasta la fecha, estas promesas no se han traducido en acciones concretas para los damnificados.
La diferencia en la respuesta ha generado un debate político, con Mazón subrayando la agilidad de su gobierno frente a lo que él describe como la inercia del gobierno nacional. «Mientras nosotros estamos entregando ayudas, el Gobierno central sigue en la burocracia», ha afirmado Mazón.
Los afectados por la riada en Valencia esperan con impaciencia un apoyo más directo y rápido del Gobierno de España, especialmente considerando la magnitud de los daños, que incluyen la pérdida de más de 100,000 vehículos.
Parece que, tal y como ha sucedido en otros casos, como los afectados por el volcán de La Palma, el gobierno de Sánc-HEZ sigue en las mismas.