Inequívoca presencia de nanotecnología de autoensamblaje en la sangre humana, lo que plantea una indisimulada amenaza existencial a lo que significa ser humano. El FEM declaró, hace casi un lustro, medio año antes de la llegada de la timovacuna, que el nternet de los cuerpos ya está aquí. «El internet de las cosas (IdC) se está entrelazando cada vez más con los cuerpos humanos. Esta aparición y rápida expansión de el Internet de los cuerpos (IdC)2 –la red de cuerpos humanos y datos a través de sensores conectados–, si bien ofrece enormes beneficios sociales y de salud, también plantea nuevos desafíos de gobernanza tecnológica. Nos encontramos al comienzo de un importante diálogo público que tendrá importantes implicaciones para la salud pública, la seguridad y la economía global y, en última instancia, también puede cuestionar la forma en que pensamos sobre nuestros cuerpos y lo que significa ser humano». Sic.
…Y lo llamaron “vacuna”
La transhumanista tecnología de armas biológicas covid-19, denominadas «vacunas», devino la idónea plataforma para un mundo completamente hipnotizado. Además de salvaje sistema de control. Operación militar de armas biológicas covid-19 bajo el disfraz de “vacunación” que implantó tecnología RFID que emite direcciones MAC en humanos. Las personas fueron biohackeadas por el complejo farmacéutico militar.
Por supuesto el asunto iba más allá del brutal ARNm, la proteína de espiga y las nanopartículas lipídicas. Se ignoró absolutamente el concepto de biosensor: las nanopartículas lipídicas literalmente habían sido diseñadas para crear ordenadores y robots que pueden manipular y fusionarse con nuestras células. Sensores nano/microrrobóticos de nanotecnología de autoensamblaje en alimentos, medicamentos, sangre humana y sus componentes tecnológicos esparcidos mediante operaciones de geo (y bio) ingeniería, que interactúan con dispositivos personales inteligentes. Los datos biométricos de la peña, feroces herramientas de vigilancia, por ejemplo, van a la nube para “alimentar” datos para su gemelo digital controlado por IA.
El asunto es que TODO el sistema está ahora atravesado totalmente por la nanotecnología, lo que significa que los dispositivos biosensores a nanoescala se hallan omnipresentes erigiendo la infraestructura del diabólico internet de las cosas. Humanos devenidos en prescindibles plataformas tecnológicas. En accesorias cosas bionano, valga el palabro. .
En fin.