Suponemos que la mayoría de ustedes recordarán la distópica película «Los Juegos del Hambre». Básicamente, su argumento es el siguiente: después de una guerra devastadora, Panem se divide en el Capitolio y doce distritos. Cada año, el Capitolio obliga a cada distrito a enviar a un niño y una niña (de entre 12 y 18 años) para participar en los Juegos del Hambre, un evento televisado donde los tributos luchan hasta la muerte hasta que solo uno sobrevive.
El evento en el que se desarrolla la película es emitido por televisión con unos conductores del programa ciertamente curiosos y ataviados con indumentarias de lo más surrealistas. Y ahí es donde queremos ir, al asunto de la indumentaria que, aunque pudiera parecer menor, como comprenderán también influye y mucho.
La emisión de las Campanadas de Nochevieja es un programa televisivo que perdura desde que apareció la televisión en España. A partir de que todos los hogares de España empezaron a tener televisores, lo habitual era seguirlas a través de Televisión Española, cuando solo había una televisión.
Desde que llegaron las televisiones privadas comenzaron la lucha por conseguir audiencias con las famosas campanadas, pero hasta hace muy poco tiempo sin demasiadas extravagancias. Habitualmente, los presentadores de cualquiera de las cadenas de televisión tenían un rasgo común: iban vestidos de forma impecable, sin estridencias y con bastante clase.
Pero desde hace unos años, la degeneración que impera en esta sociedad se ha trasladado también a la vestimenta y a la vestimenta de, en este caso, los presentadores de las Campanadas, hasta la aparición en nuestras vidas de Cristina Pedroche que ya ha sido el acabose.
Y ha sido precisamente con Pedroche el momento en el que hemos llegado al punto de la película de la que estamos hablando. Para unos lo de Pedroche es elegancia, para otros es absolutamente impresentable y nosotros creemos que es una mezcla entre impresentable y la distopía que se nos mostraba en «Los Juegos del Hambre»: una sociedad en completa decadencia.
Pero siendo siempre esperpéntica la aparición de Pedroche en fin de año, reconocemos que lo que no hubiéramos esperado nunca es una aparición como esta, porque nos ha parecido exactamente lo mismo que le ha parecido a este usuario de X.
Cristina Pedroche ha presentado las campanadas con un vestido en forma de polla y que contenía leche materna (la suya propia). 🤦🏻♂️ pic.twitter.com/CqDTvAacrs
— Daniel G.M. ▕⃝⃤ (@DaniGM91) January 1, 2025
Podrán criticarnos, podrán no opinar como nosotros, a muchos podrá parecerles un vestido fantástico, pero nosotros creemos que en las televisiones todo está más que estudiado. Y estas televisiones son propiedad de las mismas corporaciones que pretenden imponernos el climacambiático, las ciudades de 15 minutos, el control digital, pasaportes varios, o la eliminación del efectivo, entre otras cosas.
Todo eso se hace a través de muchos caminos: uno de ellos es la degeneración absoluta de la sociedad, como sucede en este caso. Y no solo en este, también en el de ejemplos como el de TVE. Porque en la cadena pública también están haciendo su trabajo agendista.
Y no porque la presentadora de las Campanadas, en este caso, este gorda. Nosotros nunca vamos a criticar a nadie por su físico, ni mucho menos. Pero lo que se pretende desde TVE es normalizar el hecho de estar gordo.
Y, efectivamente, se puede estar gordo por motivos personales, hereditarios o algún tipo de enfermedad. Pero se está gordo, sobre todo, por una mala alimentación. Por comer comida basura o alimentos ultraprocesados, que perjudican nuestra salud. De hecho nunca habíamos visto a tante gente joven gorda, como vemos ahora. Y, al final, eso no deja de ser una enfermedad que impide que, los que la padecen, puedan llevar una vida normal y tengan una serie de limitaciones.
Tener una sociedad enferma es lo que quiere el agendismo porque es una forma de tenernos más controlados y de hacer negocio, de ahí la normalización de todo esto. Y repetimos para mucho despistado, no criticamos que alguien esté gordo, porque siempre hay que aclarar cosas que no tendrían por qué necesitar aclaración.
La payasa de España!,ausencia de gusto,una insensata,que por desgracia representa a una gran parte de la población.
Claro que vosotros no pudisteis ver por suerte…el fin de año de las televisiones valencianas…con auténticas brujas gordas vestidas de brujas,la brujería existe y en España tiene un gran auge.Tampoco faltó el ataque al Catolicismo,con otra presentadora disfrazada de monja con los pechos al aire.
Salvo honrosas excepciones solo en una o dos cadenas pudimos ver mujeres elegantes.
El resto es una exhibición de puro paganismo.
La Reina Leticia se pasó con el cava…y algo más!
Según Urdaci, la reina estuvo involucrada en un grave accidente de tráfico en Madrid. Circulando a una velocidad superior a la permitida, Letizia perdió el control de su vehículo debido a una repentina lluvia, lo que provocó una colisión múltiple.