España vive en un despiste generalizado. Incluso los que más se oponen al régimen dictatorial encubierto en el que vivimos, son incapaces de encontrar una solución efectiva que, desde luego, nos está en esas eternas manifestaciones.
Y mientras suceden tragedias como la de Valencia y todo el mundo mira hacia Mazón o Sánc-HEZ, es incapaz de ver que para que estos cometan sus atrocidades necesitan, imperiosamente, la colaboración necesaria de todos esos asalariados que dicen cumplir órdenes y que no son más que el brazo ejecutor sin el que ni Sánc-HEZ, ni Mazón, ni quien quiera que esté arriba serían capaces de hacer nada.
Mientras tanto, los unos se manifiestan en Ferraz, los otros en Colón, en Sol, o en el Congreso de los Diputados sin darse cuenta que esa no es la solución. No se dan cuenta de que la solución empieza por uno mismo, que la batalla la tenemos que dar todos en nuestro día a día señalando, además, a todos esos colaboradores necesarios que se justifican a sí mismo con aquello de la orden debida.
Llevamos mucho tiempo diciendo que con lo que nos encontramos no es con una guerra convencional, no es una guerra al uso en la que el enemigo está perfectamente identificado por que nos está disparando y lanzando bombas. Esto con lo que nos estamos encontrando es una batalla espiritual. Una batalla en la que hay muchos enemigos que, además, podrían estar justo a nuestro lado, sentados en una cafetería, comprando el pan o llevando a sus hijos al mismo colegio que los nuestros.
Hoy, Pilar Baselga ha colgado un audio en su canal de Telegram en el que cuanta todo en menos de media hora. Un audio que identifica todos nuestros errores, a quién tenemos enfrente e incluso lo poco bueno que podemos extraer de tanta tragedia criminal. Un audio que todo el mundo debería escuchar.