En un reciente post en X, el actor Kevin Sorbo, conocido por sus papeles en series como «Hércules: Los viajes legendarios», reveló que su partida de Hollywood no fue resultado de ser incluido en una lista negra por sus creencias conservadoras y cristianas, sino más bien una decisión personal motivada por la percepción de que la industria está plagada de pedofilia. Sorbo publicó: «No me pusieron en la ‘lista negra’ de Hollywood, me fui porque todos son pedófilos».
I didn’t get “blacklisted” from Hollywood, I left because they’re all pedos.
— Kevin Sorbo (@ksorbs) October 1, 2024
Esta declaración ha generado un debate considerable sobre la ética y la moral dentro de la meca del cine, sugiriendo que hay problemas profundos de explotación que van más allá de las diferencias políticas. La respuesta de Sorbo ha llevado a algunos a expresar su apoyo, viéndolo como una postura contra la corrupción en Hollywood, alineándolo con figuras públicas como Kirk Cameron y Mel Gibson, quienes también han enfrentado controversias similares.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la narrativa de Sorbo. Algunos críticos sugieren que su salida podría deberse a razones más complejas, como una posible estancamiento en su carrera, más que solo cuestiones éticas. Este debate pone de relieve las dificultades que enfrentan las figuras conservadoras en Hollywood, donde la orientación política puede influir en las oportunidades profesionales.
El post de Sorbo también ha llevado a comparaciones con figuras históricas como Paul Robeson, quien fue marginado por razones completamente diferentes, destacando cómo diversas formas de ostracismo han existido en la industria a lo largo del tiempo. La conversación en torno a esta afirmación de Sorbo subraya un discurso más amplio sobre las luchas internas de Hollywood y cómo los individuos pueden decidir alejarse de la industria debido a sus principios personales.
En conclusión, la declaración de Kevin Sorbo ha abierto una ventana a la discusión sobre los valores y la integridad en Hollywood, mostrando que la decisión de retirarse de la industria puede ser tan compleja como la propia industria del entretenimiento. Mientras algunos lo ven como un héroe que se mantiene firme en sus convicciones, otros lo consideran un caso de auto-exclusión basada en una percepción personal, lo que refleja la diversidad de opiniones y experiencias dentro y fuera de Hollywood.
Cuando el río suena…agua lleva.