sábado, diciembre 21, 2024
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Ahora va de platilleros

Por Alfonso de la Vega

Una de las últimas amenazas del NOM para promover un único gobierno mundial es lo de los platillos volantes. Ya conocida pero que parece haber dado la alternativa o complementar a epidemias, cambios climáticos, feminismos, invasiones y otras calamidades. El 3 de agosto del año pasado, tras comentar algunas de las fechorías del tenebroso primer ministro Trudeau, dedicaba un texto a un autor canadiense no demasiado bien conocido: 

“Sólo he estado una vez en Canadá, ya hace muchos años y entonces me pareció un país tranquilo donde poder llevar una vida sin excesivos sobresaltos, muy rico en paisajes y recursos naturales, con escasa población, en el que no cabría esperar tales fechorías como las perpetradas casi impunemente por su actual gobierno. 

Pero ya antes de mi visita había canadienses que se temían lo peor. Me refiero a investigadores como Serge Monast autor en los ahora lejanos años sesenta de obras pioneras como Los Protocolos de Toronto o el Proyecto Blue Beam. Tras cuya publicación Serge murió de repente a los cincuenta y un años,  con la firme sospecha de haber sido oportunamente liquidado.

Es curioso que algunas de tales teorías, por inverosímiles que pareciesen hoy estén resultando proféticas, aunque con cierto retraso en el calendario inicial previsto.

En el Blue Beam Project, Serge Monast explica que los eventos «ovnilógicos» o incluso «divinos» son producciones o apariciones elaboradas por la plutocracia oscura o por instituciones oficiales mercenarias como el Gobierno de los Estados Unidos o la NASA  y tendrían como objetivo el control social mediante la generación de miedo e histeria colectiva y la incertidumbre extrema, para así establecer ​un nuevo orden mundial.

Este proceso se desarrollaría en cuatro fases:

En la primera gracias a terremotos provocados se encontrarían aparentes descubrimientos nuevos, se trastocarían las bases de la arqueología oficial, lo que llevaría a revisar las bases de ciertas religiones, sobre todo la cristiana, haciendo creer que toda doctrina religiosa se ha entendido e interpretado de manera equívoca.

En una segunda se recurriría a hologramas proyectados en el cielo con figuras religiosas falsas o suplantadas, que cada una a sus propios fieles invitarían a una sola religión dirigida a consolidar el NOM.

En la tercera fase mediante ondas de baja frecuencia se produciría una manipulación telepática de los cerebros para introducir consignas como si fuesen pensamientos propios.

Y en una cuarta, cuando hubiere madurado las anteriores se haría convencer a toda la humanidad de que se está ante las puertas de una invasión alienígena.

Tras esto, se haría creer en una falsa intervención divina mediante una falsa fuerza alienígena benefactora viniendo a salvar a las personas buenas de un brutal ataque atribuido a las fuerzas del Mal. Así se librarían de toda oposición importante al NOM.

También se produciría una mezcla de fuerzas electrónicas y sobrenaturales  para la materialización de fantasmas, o «poltergeist», para empujar a toda la población al borde de la desesperación, allanando de esta manera el camino para el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial con un nuevo gobierno también mundial de carácter centralizado y tiránico.

Sea como sea, el caso es que estamos asistiendo en las últimas semanas a curiosas revelaciones de expertos en instituciones oficiales supuestamente serias como el Congreso norteamericano sobre la realidad del fenómeno OVNI. Se sospecha que se encuentre relacionado con la enconada batalla interna en EEUU entre el conocido como dep state y los patriotas fieles a la República. Una falsa intervención extraterrestre perpetrada con nuevas tecnologías pudiera contribuir a superar en beneficio del Mal la actual crisis.

También asistimos a declaraciones realizadas con total desparpajo sobre implantes cerebrales hombre máquina, todo para nuestro bien, naturalmente.

En los Protocolos de Toronto, publicados en junio de 1967 y junio de 1985, se explican cuestiones proféticas que resultan hoy de extraordinario interés y actualidad.  Vienen a  resumir de modo sintético e integrado, lo que ayuda a entender su íntima coherencia, buena parte de los nefastos acontecimientos promovidos por el NOM. Muchos de los fenómenos abominables que ocurren no son independientes sino que forman parte ensamblada del proceso de devastación social previo y necesario para la implantación del NOM.

Claro que si hiciésemos caso a la casta política, la prensa mercenaria o a los verificadores de noticias que trabajan a sueldo del NOM todo se debería a la casualidad.

La lectura atenta de Los Protocolos  de Toronto es altamente recomendable.”

Hoy, mientras la expectación aumenta por ver cómo se quieren cargar a Trump antes de su toma de posesión, en los cielos están apareciendo drones de origen sospechoso. Su naturaleza real es muy polémica. Jung fue uno de los pioneros de la interpretación subjetiva del fenómeno OVNI en su conocido libro “Cosas que se ven en el cielocomo relativa a cierta dimensión psicológica de la existencia y al inconsciente colectivo de la Humanidad.

 

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