Llevamos años en los que las empresas globalistas meten sus narices en los asuntos españoles como si nuestro país ya no fuese una nación, sino un cortijo, cuyo dueño no es ni el gobierno de España, sino que éste es simplemente el administrador, el señorito y encargado del gran patrón. Incluso en este escándalo climático, como ha sido la dana, por mucho que lo nieguen, se dan extraños casos en los que se observan empresas más que sospechas administrando las ayudas que deberían estar recibiendo los valencianos. Ya es vox populi que ha sido el pueblo el que se ha volcado, llevando él mismo sus propias ayudas y sin fiarse ni de Cáritas, ni de la Cruz Roja, y muchísimo menos de ONGs o organizaciones seleccionadas por gobiernos que hasta ahora no han hecho casi nada, porque no están lo suficientemente motivados para actuar.
Bajo la excusa de quien necesite ayuda que la pida, el envío de las fuerzas de seguridad siguen siendo escaso, muchas personas llevan días abandonadas a su suerte sin ver a nadie que les eche una mano, muchos desaparecidos siguen sin saberse donde están (se calculan más de 2000), hay testimonios en redes sociales en los que se mencionan a cadáveres dentro de los coches y muchas cuestiones como el número de muertos se presenta como algo sin importancia, como cualquier dato en los medios de desinformación, sin contar con las dificultades para llegar a la zona y dejar las ayudas a quienes las están necesitando, zonas vigiladas por las fuerzas de seguridad, inclusive. ¿Cómo se supone entonces que van a garantizar que recibirán los desesperados ciudadanos las ayudas? Ya hay algunos acuerdos y, la verdad, no tienen desperdicio.
El pasado día 4 de noviembre, el gabinete de comunicación de la Comunidad valenciana publicaba que en la web de “Som solidaridat” se pueden gestionar todas las ayudas a la zona cero del desastre de la dana. Hasta aquí todo nos suena a cántico celestial y, por supuesto, que desean hacerlo de buena fe, otro asunto es que su labor sea efectiva. “Los recursos ofrecidos se incorporan a un CRM (Customer Relationship Management) creado por un grupo de 12 ingenieros voluntarios para ordenar, agilizar y coordinar la ayuda. El equipo está formado por personas de las empresas Yurest Solutions y Palantir, que han trabajado durante tres días para crear una solución que permita gestionar los recursos ofertados por las empresas donantes y las solicitudes de recursos de los municipios en una misma plataforma creada con Inteligencia Artificial”. Es decir, que los que han ofrecer las ayudas lo dejan todo en manos de… ¿algoritmos?
Este hecho es curioso, cuanto menos dado que serán los logaritmos informáticos los que se encarguen de ver cómo se reparte la ayuda, siempre bajo supervisión de las fuerzas de seguridad, esas que siguen estando ausentes de muchas zonas del desastre, incluso tras una semana del desastre. Así, mientras nos someten a una desinformación y confusión brutales (no sé si para ocultar algunas huellas), “la Generalitat agradece la solidaridad y esfuerzo que están haciendo ONGs, asociaciones, iniciativa privada y personas físicas.” ¿Las mismas ONGs que reciben fondos de los presupuestos públicos si siguen la ideología de quién lleva la batuta? ¿Las mismas que paga la Open Society? Habría que ver qué ONGs son antes de aportar nada allí, no sea que, al final, todo sea un negocio.
La compañía Palantir tiene su sede en Denver Colorado y se dedica a desarrollar programas de inteligencia artificial aplicados a las instituciones, así como al control facial. Su CEO se llama Alan Karp y lo más interesante es su accionariado: Vanguard, Blackrock, State Street Corporation, Renaissance Technology o Morgan Stanley. Todas las grandes compañías petrolíferas, de alimentación, energéticas, armamentísticas o de cualquier otro tipo tienen los mismos accionistas. ¿Casualidad? ¿Cuál son los intereses de estas compañías, controladas por las familias más adineradas del planeta, incluyendo, por supuesto, a los Rothschild? ¿Nuestro bienestar? ¿Tras un desastre natural o no, según se vea, vienen a España para seguir con sus sucias políticas de control que en nada benefician a la población que pretenden, falsamente, ayudar? ¿Cuántas ONGs, pagadas por ellos, se dedican a poner su bonita cara para engañarnos? Viven del desastre y de ellos se alimentan. Entre los accionistas de fondos de inversión destacan Vanguard Total Stock Market Index Fund, Vanguard Mid-cap Index Fund, Vanguard Extended Market Index Fund, Fidelity 500 EFT Trust, SPDR S&P 500 EFT, iShare Core S&P 500 EFT, Vanguard Growth Index Fund, Vanguard Information o Technology Index Fund. Sigamos investigando: Fidelity tiene entre sus accionistas a Apple, Microsoft o Amazon; iShare Core incluye a Blackrock inc, Investment Asset Management, Morgan Stanley, JP Morgan company, Bank of America; American Vanguard Corporation a Blackrock, State Street corporation y JP Morgan Investment; State Street Corporation a Blackrock, JP Morgan Investment management, etc…
¿Qué interés pueden tener estas compañías en el desastre de Valencia? ¿Es el supuesto cambio climático un gran negocio en el que todas estas empresas o son dueñas del pastel, porque, como vemos todas están interconectadas, o se llevan un buen pedazo que el estado español les da bajo extrañas condiciones? Porque podrían haber seleccionado una empresa local, más pequeña y operativa, en vez de acudir a tan altos vuelos.
Desde luego que no dan muchas ganas en darles ni la comida, ni el agua, ni la ropa ni nada que se precie para que estas compañías, menos si se presentan bajo la web buenista de Som Solidaridat.
Hechos como estos aclaran y mucho lo que puede haber detrás de la supuesta guerra de la geoingeniería y quién se beneficia de ella de manera financiera. Como suele decirse, una raya más al tigre. ¿Blackrock controlando la Generalitat Valenciana, junto a Vanguard? Puede que no sea una casualidad.
El nombre de la compañía lo dice todo: Palantir Technologies, referencia al objeto mágico del legendarium de Tolkien. En El Señor de los Anillos aparece un palantir, la piedra vidente de forma esférica, que el traidor Saruman utiliza para comunicarse con Sauron.
Etimológicamente, la palabra significa «vigilancia desde lejos». Luego, pasando del legendarium al pandemonium que padecemos, vemos que lo que entra en escena son las «ciudades de 15 minutos» o «smart cities» («ciudades inteligentes» llenas de tontos, ya sean estos vocacionales o llevados a esa condición por la fuerza).
Como suele decir David Icke, cuando conoces el destino a donde quieren llevarte, ves claramente el trayecto.
Excelente exposición.Nosotros no hemos ido a limpiar,en la última riada de los 90,estábamos haciendo el servicio militar y ya limpiamos bastante.Como todos nos gustaría prestar ayuda,y tenemos esta dicotomía,todas las empresas de ayuda son del estado profundo,algunas implicadas en el trafuco de niños,y estamos más que convencidos de que no llegaran a la gente,en todo cado a politicos corruptos y a gente de la Realeza,para sus negocios privados de recuperación.
Esto dice Benjamín Fullford:
Se está gestando otra batalla por el uso de la guerra climática por parte de KM. El rey Felipe de España fue arrojado con barro por personas enfurecidas en Valencia, donde más de 200 personas murieron durante la inundación. En Valencia ha llovido tanto en 8 horas como en todo un año.
El MI6 dice que el rey Felipe (que supuestamente es el verdadero padre del príncipe heredero William) está siendo chantajeado por el KM con pistolas meteorológicas porque quieren que entregue el dinero que ganó con el tráfico internacional de drogas. El MI6 también dice que muchas más personas murieron en los ataques de las que se informan: «Hay un aparcamiento subterráneo, también conocido como una fosa común».