En el anterior artículo, que titulé “Una opinión urgente”, intenté dar las razones (Sin entrar en conspiranoias) por las que entiendo que los afectados por la riada deberían trasladarse hasta que la administración les devuelva limpios sus bienes, valorando la posibilidad de enfermar, física o psíquicamente.
En mi opinión, son razones suficientes, que valen para cualquiera (que puede entender hasta la mente más woke); no obstante voy a dar, en este artículo, un razonamiento nuevo, que solo entenderán los amantes de las conspiraciones. Ruego pues, a quién no lo sea, que deje la lectura en este punto. Avisado queda ¡Y quién avisa no es traidor!
La teoría conspirativa en cuestión, viene a decir que nuestros políticos están preparando una nueva encerrona y que si niegan la adecuada atención a los afectados es porque esperan que, en algún momento, brote del fango una enfermedad infecciosa, que les servirá de excusa para hacernos pasar, otra vez, por donde nos hicieron pasar con la excusa del «pandemonium», o por sitios peores.
¿Hay alguna prueba que la respalde? El hecho de negar una adecuada asistencia a los afectados ya sería una prueba, y también el hecho de rehusar la ayuda de otros países, y el hecho de intentar disuadir a los voluntarios, y el hecho de que el gobierno intente quitarle importancia a convivir con cadáveres (Nos obligaron a usar máscara para evitar el aire de los vivos y ahora dicen que no es para tanto, respirar el de los muertos). ¿Y qué decir del hecho de que abrieran las compuertas del embalse? La cuestión es ¿Cuantas pruebas hacen falta para corroborar una teoría conspiratoria? Unas cuantas, si son débiles, o una sola, si es fuerte, me dirás. ¿Eran débiles las que acabo de exponer? Pues hay una que puede ser muy fuerte; y digo “puede” porque ¿quién sino uno mismo determina lo que es fuerte para uno mismo?
El pasado cinco de noviembre, el Tribunal Constitucional publicó la nota informativa 108/24 (Que se puede descargar desde su propia página web) aclarando la sentencia por la que declaró inconstitucional aquella ley gallega con la que Feijoo intentó imponer la vacunación obligatoria. ¿Significa que ganaron, otra vez, los antivacunas? Pues no, ya que el TC rechaza la vacunación obligatoria pero no por atentar contra los derechos humanos sino por simple error de forma. Sus señorías entienden que la ley gallega está mal hecha porque la vacunación obligatoria solo puede imponerse con una ley orgánica. ¿Cuantos votos hacen falta para aprobar una ley orgánica? Mayoría absoluta ¡La mitad más uno! ¿Cuantos suman azules, rojos y adláteres? ¿No manifestaron todos estar a favor de imponer tal obligación? ¿Cuántos suman todos menos VOX? (Y no lo digo por hacerle propaganda sino porque fue quién recurrió la ley gallega).
-Claro está que, si los afectados abandonaran el escenario malsano, los farsantes se quedarían con un escenario sin actores, y sin posibilidad por tanto, de continuar la farsa-. Acaban diciendo los conspiranoicos. Pero el caso es que, si la gente se va y les deja sin epidemia y sin excusa para su dictadura; si esa dictadura no se produce ¿Cómo puede probar un conspiranoico que fue su teoría la que lo evitó? ¡No se puede probar lo que nunca ocurrió! Es por eso que la conspiranoia nunca será una ciencia, porque la ciencia solo tiene en cuenta hechos consumados. En cualquier caso, yo entiendo que evitar el mal olor ya es razón suficiente para salir pitando de la zona inundada, pero no deja de ser una opinión particular pues ¿quién sino uno mismo determina lo que es fuerte para uno mismo?
Que alguien enganche ya a los mejores ESPECIALISTAS EXPERTOS en cuencas hidrográficas y vaya YA a supervisar los embalses del norte de la «Península Ibérica» como la llama el demonio de Roma.
Más tarde hablaremos de ‘noias’.
Lo sentimos,son ustedes los que nos llaman conspiranoicos,pues nosotros pasamos muchas horas recopilando información,datos,noticias…que puedan esclarecer los hechos.
Los conspiranoicos son los que conspiran,es decir el Gobierno sus socios y sus sucios medios de desinformación.
Acaso mentimos,cuando hablamos sobre la falsa pandemia?,acaso conspiramos al hablar sobre el oxido de grafeno de los inyectables?,el tiempo nos dio la razón en todo.
Exdactamente. Convierten a la verdad en mentira y viceversa. En la falaz neolengua woke las palabras para sus falacias clave han sido invertidas, es decir, los conspiradores llaman conspiranoicos a los que claman por la verdad, los desinformadores llaman desinformadores a los que informan. A los venenos inyectados los llaman vacunas protectoras. A la igualdad de género la llaman desigualdad, Etc. Lo peor es que crean nuevas leyes para todos los que mantengan con datos científicos que la narrativa oficial es falsa
¿Cabe imaginar un mayor fascismo peor?
Es necesario comprender que la conspiración contra la Humanidad es un ataque con múltiples frentes y un único objetivo final. Una lista no exhaustiva de los frentes:
– Patraña del calentamiento global antropogénico, ahora llamado Cambio Climático®. Sirve para: destruir la infraestructura energética e hidráulica que sostiene las sociedades occidentales, empobreciéndolas y ablandándolas para el democidio masivo; imponer un régimen de control asfixiante y totalitario, insultos incluidos («¡negacionistas!») por parte de los gobernantes «democráticos» a la parte del pueblo que no se deja engañar por sus mentiras; funcionar como cortina de humo para ocultar el uso de guerra meteorólogica contra la población; etc.
– Acceso a los cuerpos de todos los habitantes de la Tierra mediante un programa de hipervacunación forzoso. Reducción de la longevidad de la población: humanos de usar y tirar tan pronto como dejen de ser útiles o se vuelvan problemáticos.
– Control total del agua potable y la producción y distribución de alimentos. Clave para la subyugación absoluta de la Humanidad. Si no obedeces, mueres.
– Tras reducir drásticamente la población de la Tierra (hasta 1000 millones de habitantes, según John Coleman, lo que supondría matar a 7 de cada 8 humanos si tomamos la población actual como base de partida), reclusión de la población en «zonas de asentamiento humano», vaciando el medio rural y concentrando a los supervivientes en ciudades-prisión («smart cities»).
– Inventariado y etiquetado digital de todos los recursos del planeta, incluidos los seres humanos. Digitalización de la granja humana, que pasa de un régimen extensivo de «pastos libres» a otro intensivo de estabulado controlado por medio selectrónicos.
El tema plandémico parece una trama secundaria y opcional en el ataque al Levante español. La «encerrona» parece apuntar más bien al reasentamiento de poblaciones, el control de una importante zona agrícola de España para reconvertirla a otros usos (energía solar, p. ej.) y «progresar» en el cumplimiento de las cuotas de reducción de la población que seguramente tiene que cumplir cada gobierno nacional (John Coleman dijo que las naciones de Occidente serían las primeras en ser atacadas).
El estandarte de la agenda que mata y el ojo que todo lo ve, en una imagen que vale mil palabras:
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