Por Alfonso de la Vega
Tras la declaración de la Cumbre de los BRICS en Kazán por la que se ven con satisfacción las propuestas pertinentes de mediación y de buenos oficios tendientes a lograr un arreglo pacífico del conflicto ucraniano mediante el diálogo y la diplomacia, está cundiendo el pánico entre la oligarquía occidental y sus títeres por no haber podido impedir hasta ahora el triunfo del candidato republicano Donald Trump y a medida que se van conociendo medidas y nombramientos.
La determinación del deep state gringo aprovechando los últimos días del corrupto carcamal senil en la Casa Blanca de permitir a Ucrania el uso de misiles contra Rusia en su territorio para intentar provocar la escalada en el conflicto existente representa un intento a la desesperada de oponerse al auge de los BRICS e impedir la toma de posesión de Trump o al menos fijarle una política de hechos consumados que le impediría desarrollar su ambicioso y difícil plan de regeneración de la desquiciada civilización occidental hoy bajo las garras del globalismo anglojudío. Esta malvada maniobra viene a suponer otro intento de burlar la voluntad popular inequívocamente expresada y pudiera tener consecuencias terroríficas.
El hijo de Trump ha declarado: “Parece que el complejo militar industrial quiere asegurarse de que comience la Tercera Guerra Mundial antes de que mi padre tenga la oportunidad de lograr la paz y salvar vidas. Quieren asegurarse esos miles de millones de dólares…”
En cambio el hijo del genocida agiotista judío George Soros ha manifestado que ”¡es una gran noticia!”
En una declaración oficial de hace unas semanas Rusia había expresado que se reservaba el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión, si esta representase una amenaza crítica.
Trump no es muy devoto de la OTAN precisamente, piensa que le sale demasiado cara a los gringos para lo que sirve. Tampoco se ha mostrado partidario de la guerra de desgaste contra Rusia en territorio ucraniano que en realidad occidente tiene ya perdida. Pero la última maniobra del corrupto títere senil Biden poniendo en gravísimo riesgo la seguridad europea indica el nivel de indigencia moral y absoluto desprecio por la gente de los globalistas genocidas en el poder.
Ya habíamos denunciado en otras ocasiones la peligrosidad de la situación internacional actual y las últimas noticias lo avalan. Por lo que se ve al criminal tinglado no le interesa dirigir el punto de mira solo hacía China como indicaba con mayor astucia estratégica Kissinger dejando a Rusia a un lado, y en vista que hasta ahora aún no ha podido ni asesinar ni neutralizar a Trump tiene extrema urgencia por “solucionarlo”.
No se trata solo del tema bélico y todo el negocio sangriento asociado propiamente dicho, sino de casi toda la parafernalia satánica devastadora woke, que quedaría en grave situación si al final se pudieran llevar a cabo las ambiciosas pretensiones de la nueva administración en el contexto de una influencia menguante de EEUU en la geoestrategia internacional.
Toda una revolución a favorable para la sociedad que podría poner patas arriba todo el actual tenderete y que el poder del Mal intenta impedir a toda costa. Pero los tiempos están cambiando lo que nos ofrece una situación de peligrosa transición e incertidumbre.
No puedo menos que recordar tres grandes películas de vaqueros con sendas moralejas pertinentes al caso. Solo ante el peligro, El hombre que mató a Liberty Valance, y Centauros del desierto. A veces perseguimos quimeras porque su tiempo ya pasó y nuestros desvelos no pueden tener recompensa. En otras para combatir el Mal es preferible la acción decidida aunque sea ruda a la reflexión más purista o exquisita. Pero no se puede olvidar el valor de la voluntad, la capacidad para no rendirse aún contra toda probabilidad o esperanza de victoria.