El estado te protege. El estado te quiere. El estado vela por tu bienestar. Hay que amar, respetar y mantener al estado porque se desvive por nosotros. Viva el estado. Viva El Gran Hermano que siempre nos saquea «por nuestro bien».
Uno de los tentáculos de ese estado que tanto «nos quiere», la Dirección General de Tráfico, es un gran pozo sin fondo de recaudación básico para el saqueo continuo del ciudadano. Circular con el coche es gastar y pagar sin límite. Pero no solo por el costo del combustible, o por el desgaste lógico del vehículo, también porque agazapada en cualquier curva, en cualquier recta, en cualquier cambio de rasante o rotonda, se encontrará la DGT con la cámara bien afinada para meterte la mano en el bolsillo pero, por tu bien.
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En una nueva y distópica medida, la DGT ahora ha decidido prohibir la circulación de ciertos conductores a unas horas determinadas. Será con los conductores que se acaban de sacar el carnet de conducir ya que tendrán prohibido conducir entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana. Pero recuerda, es por el bien de esos conductores.
Imaginamos que aquellos que no cumplan recibirán «su merecido castigo» en forma de multas y embargos bancarios. Aquello de que los españoles tienen el derecho a circular por cualquier parte del territorio nacional, que dice la Constitución, se lo volverán a pasar por el forro de sus caprichos. Pero siempre, por protegernos.
Lo peor de este tipo de noticias es que siempre aparece algún enfermo de síndrome de Estocolmo que las aplaude.
Desde la masónica Revolución Francesa, los mismos ocultos amos, en nombre del bien común están cometiendo tremendos atropellos contra el común de los humanos, incluso asesinatos en masa en las dictaduras «progresistas» (no es casual que hayamos olvidado legalmente nuestra historia en la década de 1930). Átense los machos con la ya iniciada Abominación 2030 y su tocomocho del CO2