Cuando la asamblea de París dictaminó los derechos humanos, gracias la revolución francesa, la cual fue un guion ordenado de Mayer de Rothschild, comenzó el gran engaño o la monstruosa burla. Los estados dictaminaron cuáles eran nuestras facultades y cuáles no, anulando la existencia y vigencia del derecho natural, al que me referí en artículos anteriores. Fue en ese momento cuando la maquinaria ideológica de la masonería, siempre siguiendo las normas de la mentira y el engaño para que los goyim se sintieran cómodos en el agua, como las ranas en el estanque, percibieran las bondades del régimen republicano, puso las bases de la teoría política de los protocolos del famoso congreso de Basilea de 1897.
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Como la intención de los líderes encargados de la manipulación de masas es cualquiera menos auténtica y sincera, emplean la defensa de esos derechos como excusa no sólo para limpiar su cara y su conciencia de cara a la sociedad que pretenden esclavizar, sino que los utilizan como forma de entretenimiento. Un ejemplo lo tenemos en el vacío derecho al voto cada cuatro años en España, dado que tanto el CFR (con 104 años de existencia), el Club Bilderberg y otros foros son lo que escogen a los gerifaltes que se encargan de gestionar nuestros destinos, pues, siguiendo la doctrina de la manipulación de masas, la gente es incapaz de hacerlo por sí misma, y mucho menos si es en grupo, donde los mecanismos más psicóticos, inconscientes y tendentes a la violencia se ponen en marcha, completamente fuera de control y con una presión insoportable. Es decir, que esos líderes ya son escogidos o nos ponen sobre bandeja de plata cuando, en realidad, son el mismo perro con distinto collar y, si no lo son, pronto lo tendrán que ser, so pena de ser borrados del mapa (tú ya me entiendes). Por lo tanto, no tiene sentido acudir a una urna mortuoria ni para dejar tu testamento en vida.
Es decir, te ilusionan y luego no hay nada, como hacen con las campañas de marketing, en las que te crean necesidades innecesarias para que consuma algo que no te sirve y además te perjudica, porque para ello fue creada. De este modo, somos peor que el ganado al ser considerados como focos de distracción para que los que bien deciden cuál es próximo experimento, o los que son encargados con la tarea de desarrollarlos, los cuales son muy elegidos por cierto para estos fines por sus rasgos psicopáticos. Es como un juego y nosotros somos las fichas y con código de barras como las latas de atún.
Hay derechos también en el marco del capitalismo, a tener muchas riquezas y a vivir como reyes, como los antiguos monarcas como la primera víctima o Luis XVI, que luego se desmoronan en una reunión londinense en 1927, donde se decidió el crack del 1929 en Nueva York o las crisis de Lehman Brothers en 2008 o la ruina de la agenda 2045 que amenaza con dejar la economía mundial hecha un desértico erial. Todo más falso que creer en Santa Claus. Lo curioso es que todos ellos si dan premio es escaso, temporal y demasiado emocionante como para que la gente amamantada por la hipnosis se lo crea y cuando lo hace es por auténtica necesidad de creer en algo, siendo ahí donde ya no tienes escapatoria. O bien, por ello, se venden la ilusión de un fruto o te lo dan, pero un poquito, no sea que te atores, porque te necesitan vivo y no muerto.
Mucho peor aún cuando se los inventan y de esos tenemos tantos ejemplos que este artículo no acabaría nunca. El aborto, los del grupo LGTBI y se me olvidaba los más fraudulentos, asociados al feminismo radical, que algunos llaman, con gran acierto, puro hembrismo. ¿Acaso las cifras de mujeres fallecidas han bajado? No. ¿Acaso las tasas de agresiones sexuales lo han hecho? Tampoco, de acuerdo con las cifras que lanzan organismos como el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, nos dicen que las mujeres tienen más derechos, que están más protegidas por las normas del estado y otras sandeces que son puro escaparate porque, muchas veces, esos derechos no se manifiestan si no es en el BOE. Igual ocurre con el derecho al aborto, que el TC ha aprobado como tal y de manera exclusiva para la mujer, claro que detrás de esta permisividad para matar a los fetos se ocultan millones de dólares en beneficios pues las farmacéuticas utilizan sus pequeños cuerpos para sacar células que emplean en las vacunas y en otros remedios, como para la piel y para que esas mismas mujeres tengan sus pieles tersas, jóvenes y sin arrugas. Vemos con gran sorpresa como la mayoría de esos derechos son falsos o están vacíos o son una trampa para algo que tienen planificado en sus sucias mentes y que, por cierto, nunca nos van a contar, pues, siguiendo al gran maestro Edward Bernays, el pueblo no ha de saber nunca quien toma las decisiones y mucho menos para qué. Precisamente fue el responsable de dos grandes manipulaciones mentales de la época que se nos pasan por alto: primero la influencia para que la población norteamericana aprobase la participación de los EEUU en la primera guerra mundial en 1917 y, segundo, el uso del cigarrillo por parte de la mujer, como gesto reivindicativo, con la excusa del derecho al voto, al que no tenían acceso por aquel entonces (con alguna excusa tenían que empezar y ahora vemos las verdaderas intenciones).
Es por ello que los globalistas tienen la boca llena de derechos y los utilizan descaradamente para todas sus tropelías. Lo último ha sido la adopción de una directiva europea, de la que se ha eliminado una disposición transitoria que excluía a los presos de ETA para, compensando años de cárcel por España y allende de sus fronteras, muchos salgan a la calle, para que se cumpla el acuerdo entre PSOE y EH Bildu. La ministra de trabajo, no sé si en un acto de ignorancia propia de su naturaleza, nos ha dicho que se trata de derechos o como me dijo a ayer un catalán que me encontré por casualidad, que los derechos son para todos. Ya no se trata que nos engañen, sino que los emplean como armas para sus tropelías e incluso ocultar sus vergüenzas. Las mal llamadas vacunas fueron por el derecho a la salud, los de los niños son para ser adoctrinados en ideologías perversas, incluso empleando la espuria doctrina del sí es sí, para justificar la pederastia, los de los mal llamados enfermos mentales para que se vean obligados a consumir neurolépticos o drogas de por vida o puedan solicitar el estado que dejen de sufrir en este infierno, los de los autónomos para pagar impuestos con la soga al cuello, mientras no se ahorquen (o se suiciden) o los de los de los ciudadanos en su libertad de pensamiento, para que no hablen demasiado, no sea que desenmascaren las tendenciosas mentiras y falacias, o mejor dicho bulos constantes de la agendosfera.
Todo muy bien estudiado desde que Henry Kissinger lo dijo hace 50 años: derechos para seguir con los planes de reducción de la población mundial, mientras la masa guarda silencio aterrada por la contradicción entre el derecho bondadoso y la cruda realidad, frente la cual, lo mejor es dejarse en caer en los brazos, no de Morfeo, sino en las garras de la bestia que ya nos anunciaba el apocalipsis.
Y así desde que los narizudos metieron las narices donde no debían haberlo hecho.
¡Magífico trabajo! Muchos observamos datos que indican que la Gran Manipulación se originó siglos antes y que la fecha dada aquí fue tan importante que por entonces finalizó la Edad Moderna comenzó oficialmente la Edad Contgemporánea
Es cierto que usan la neolengua, la pseudociencia y la neolegislación wokista para atacar la verdad e imponer la mentira y la censura, para atacarnos y expoliarnos como seres humanos. Lo peor es que la inmensa mayoría de las víctimas traga el anzuelo de la manipulación social y defiende a quienes la victimizan.