El gobierno de Venezuela decidió este viernes llamar a consulta a su embajadora en España y ha convocado al embajador español en Caracas para que acuda al Ministerio de Exteriores. Esta acción se produce tras comentarios realizados por la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien se refirió al gobierno de Nicolás Maduro como una «dictadura», subrayando la situación que obliga a muchos venezolanos a emigrar. Además, las tensiones aumentaron tras la reciente reunión entre el presidente español, Pedro Sánchez, y el líder opositor Edmundo González, quien se refugió en Madrid tras ser reconocido como presidente electo por el Congreso español.
El canciller venezolano, Yván Gil, ha expresado que los comentarios de Robles son considerados «insolentes y groseros» por su gobierno. Como parte de la respuesta, la embajadora venezolana en España, Gladys Gutiérrez, fue llamada a Caracas, mientras que el embajador español en Venezuela, Ramón Santos, fue citado al Ministerio de Exteriores venezolano.
Este conflicto diplomático se enmarca en una creciente presión internacional sobre el régimen de Maduro, tras las elecciones en las que la oposición ha denunciado fraude, presentando evidencias que indican la victoria de Edmundo González. Sin embargo, el gobierno venezolano, a través del Consejo Nacional Electoral (CNE), ha declarado a Maduro como el vencedor, lo que ha generado más críticas internacionales, tachadas por Maduro como parte de una conspiración de la derecha.