La industria del automóvil había puesto grandes expectativas en la electrificación de sus vehículos, pero la realidad está demostrando que el camino no es tan sencillo como parecía. El coche eléctrico, lejos de convertirse en el éxito comercial anticipado, está experimentando una desaceleración significativa en las ventas, y esto no es solo un fenómeno en España. Las marcas automovilísticas, que habían apostado fuerte por la electrificación, están ahora reconsiderando sus estrategias y volviendo a dar protagonismo a los motores de combustión.
España, históricamente un mercado rezagado en cuanto a la adopción de vehículos eléctricos en comparación con otros países europeos, sigue mostrando cifras de ventas bajas. En agosto, las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables cayeron un 17,8%, representando apenas el 10,91% del mercado total, una disminución en comparación con el 12,4% registrado el mismo mes del año anterior. En lo que va de año, el retroceso es del 1,7%, con apenas 69.833 unidades vendidas, lo que evidencia que el interés por estos vehículos no avanza al ritmo esperado.
Canales en Telegram 👇👇👇
👉 El Diestro https://t.me/ElDiestro
👉 El Diestro TV https://t.me/eldiestrotv
👉 Lo que no te cuentan las televisiones https://t.me/LoQueNoTeCuentanLasTelevisiones
Wayne Griffiths, antes de dejar la presidencia de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), ya había advertido de la situación: “España no está progresando a la velocidad necesaria”. Según Griffiths, el objetivo de alcanzar una cuota de mercado de vehículos electrificados superior al 25% en el país está más lejos de lograrse que hace un año.
El panorama tampoco es alentador en Europa, donde las matriculaciones de vehículos eléctricos cayeron un 36% en agosto en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descenso, el mayor desde enero de 2017, provocó que la cuota de mercado de coches eléctricos en Europa se redujera del 21,8% al 16,6%. A pesar de estos números, el mercado sigue mostrando cierta resiliencia, logrando su mayor participación mensual en lo que va del año.
Frente a este escenario, muchas marcas han optado por modificar sus ambiciosos planes eléctricos. Mercedes, por ejemplo, reconoció recientemente haber sido «demasiado optimista» con sus previsiones. La compañía, que había proyectado que la mitad de sus ventas serían de coches eléctricos en 2025, ya ha ajustado sus expectativas, indicando que seguirá produciendo motores de combustión más allá de 2030.
Ford también ha revisado su estrategia, retrasando inversiones significativas destinadas a la producción de vehículos eléctricos. Otras marcas, como Aston Martin, han tomado decisiones similares, asegurando que continuarán fabricando vehículos de combustión durante la próxima década. Hyundai, aunque apuesta por los eléctricos, no ha abandonado los motores de gasolina, optando por una estrategia que combina distintas tecnologías.
Volkswagen, por su parte, sorprendió al anunciar una inversión de 60.000 millones de euros en motores de combustión, una estrategia radicalmente opuesta a la que había presentado en 2022, cuando preveía vender solo coches eléctricos en Europa a partir de 2033. Volvo, otra marca que inicialmente apuntaba a una electrificación completa para 2030, ha ajustado sus metas. La compañía ahora espera que los híbridos enchufables y los eléctricos representen entre el 90% y el 100% de sus ventas para finales de la década, aunque admite que los motores de combustión seguirán presentes por más tiempo del previsto inicialmente.
En resumen, la electrificación del automóvil, impulsada en gran parte por la agenda política de la Unión Europea y su prohibición de los motores de combustión para 2035, está enfrentando más dificultades de las anticipadas. El coche eléctrico sigue teniendo barreras importantes: su precio, la limitada autonomía (aunque en mejora) y la falta de infraestructura de recarga, factores que están frenando su adopción masiva. Ante esta realidad, los fabricantes no tienen más remedio que ajustar sus planes y seguir apostando, al menos por ahora, por los motores de combustión.