De traiciones y escaramuzas

Por Alfonso de la Vega

Una de las características más notables del mundo en el que vivimos es el del imperio de la traición o de escaramuza de difícil venta, bien en su variante de mohatra o pretender suplantar una legitimidad o autoridad real de la que se carece, o bien en el sentido más común o habitual del término.  La clase política y los Estados actuales traicionan a sus sociedades y naciones, los científicos al conocimiento, las castas sacerdotales a la Tradición, los eximios juristas de toga impoluta condecorada a la Justicia…. La civilización perece convertida en una penosa tragicomedia en trance de derivar a tragedia en la que unos farsantes escogidos entre la escoria moral representan unos papeles según les va dictando el apuntador para distracción del público antes de llevarlo al matadero. 

Por tanto ya no nos debería sorprendernos una traición más o menos puesto que esa es la disposición histórico social dominante. Las jeremiadas aburren pero podemos dedicar unas palabras a un par de las más notorias y recientes traiciones y escaramuzas relacionadas con España. 

Una de ellas, propia de la tragedia, es la heroica huida del equívoco personajillo de pasado dudoso presuntamente vinculado a los servicios secretos norteamericanos que se da por vencedor en las fraudulentas votaciones venezolanas. Un tipo que quiso encarnar la esperanza de todo un pueblo al que luego ha traicionado cobardemente huyendo cuando la cosa se ha puesto fea al sentirse la peligrosa fiera amenazada. Un pueblo que confiaba en él pero ha pagado y está pagando muy caro, con vidas, torturas y haciendas su apoyo a un impostor que no lo merecía y al que ha dejado vilmente tirado. Desprestigiando de paso su pretendida causa la de la Democracia y de la Libertad. Un aviso para futuros votantes, de estos penosos tiempos: esta derechita heroica o bien son unos impostores colocados por la misma plutocracia globalista o bien son unos cobardes traidores. La democracia ha muerto o sirve solo de coartada transitoria de la tiranía globalista internacional hasta que no caigan definitivamente las caretas.  Hasta ahora la escaramuza le está saliendo de maravilla a falsario. 

Ha otro personaje de actualidad que parece jugar al despiste o cuyas escaramuzas resultan incomprensibles de modo que están dejando perplejos a sus seguidores. En línea similar a la anterior pero esta vez más bien en forma de comedia de enredo porque por ahora no hay muertos, es la de ese personaje equívoco del que algunos sospechan vinculaciones con servicios secretos españoles y extranjeros, cierto grupo oculto en el que lector estará pensando o incluso con la misma Casa real, por su incoherencia de defender a la vez la supuesta democracia y el desempeño de la Corona. 

Este autoconsiderado prohombre de la anticorrupción acaso no se debe dar cuenta que la peor corrupción y primera de todas que impone el sistema es la del entendimiento. En efecto, no se entiende salvo absoluta ignorancia o ineptitud de su equipo de asesores que presuma de haber votado en contra de la ganadería extensiva española, y en la práctica del toro de lidia, como si fuese un fanático animalista más. Tras asistir a la Feria de abril en la Maestranza sevillana  o a tentaderos en el campo ahora resulta que se pasa al enemigo que lo es también del mundo rural, de España y de una parte cualitativa y cuantitativamente muy importante del acosado y tan amenazado por normas inicuas Sector primario. Pero no se entiende que de repente pueda odiar tanto al toro de lidia como para que pretenda exterminarlo haciendo imposible la cría y mantenimiento de esta joya única de la zootecnia española. Sí. Prescindiendo del importante aspecto mitológico y simbólico de tantas repercusiones culturales y para la civilización de Zeus en figura de toro como pareja de Démeter, la diosa representante de la fecundidad y de la agricultura, como agrónomo quiero hacer especial hincapié en el aspecto agrario actual de la cuestión. Me refiero a que esta acción muestra su ignorancia sobre lo que significa la ganadería extensiva española o la dehesa como extraordinario sistema agroforestal único y fundamental para la ecología de buen parte de nuestros campos en la hoy llamada España vaciada. La civilización se hizo posible gracias al desarrollo de la agricultura, por tanto no debiera extrañar la actual conspiración contra ella de sus enemigos. 

Pero aún hay otra escaramuza absurda además de peor cariz inmediato. Si el lector me perdona el sarcasmo no deja de de resultar incoherente que diga que le importa tanto la vida de un toro bravo cuando contribuye a poner en peligro la de cierto animal semi estabulado, el bípedo europeo sin alas que parece que se quiere sacrificar para aliviar la carga ganadera europea y hacer sitio a razas alóctonas menos exigentes y de más fácil manejo. Me refiero, claro está a los pobres europeos a los que mayorales o capataces mercenarios parece ser que nos quieren llevar al matadero.   

De manera que no se entiende su apoyo subalterno, oportunista, al uso de armas de largo alcance proporcionadas por las naciones occidentales para su empleo contra Rusia y en territorio ruso, lo pudiera dar lugar a un causus belli de consecuencias devastadoras para Europa y terribles para la Humanidad superviviente. Sin duda contrasta por su inconsciencia o incoherencia, la declarada sensibilidad sobre el posible sufrimiento de los animales con la aparente insensibilidad ante una posible terrorífica devastación generalizada provocada por una tercera guerra mundial.

El presidente ruso lo acaba de advertir: “esto significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos están en guerra con Rusia. Y si así fuera teniendo en cuenta el cambio fundamental en la naturaleza de este conflicto, tomaremos las decisiones adecuadas en función de las amenazas que se nos planteen” “

Es de confiar que la providencia divina evite una nueva matanza generalizada en Europa. La cosa desde luego no está para bromas. El momento es especialmente peligroso porque las fuerzas del deep state globalista no parecen dispuestas a consentir la esperada victoria de Trump en las urnas, cerrando una ventana de oportunidad con la actual administración demócrata, ni menos la evidente derrota de la OTAN en Ucrania, eventos indeseados que pretenden evitar a toda costa. 

Sin neutralidad ni soberanía, la influencia real española en todas estas grandes cuestiones geoestratégicas será solo simbólica, irrelevante, de estúpida complaciente comandita colaboracionista, pero mostraría la verdadera catadura de nuestros próceres y pretendidos salvadores.