En esta España desquiciada y sin rumbo desde hace mucho tiempo hablar de política, de pactos o de convocatorias electorales suena como a algo ya pasado de moda después de que muchos nos hayamos caído del burro hace mucho tiempo.
Y es que cuando se tiene claro qué clase de personajes medran en la clase política española, europea e internacional, somos muchos los que ya no creemos que exista eso que antes conocíamos como política. Por lo que hemos visto son todos siervos de personajes ocultos a los ojos de la mayoría de la población y cualquier decisión que tomen, incluida la de una convocatoria electoral, está atada y bien atada en el momento de su convocatoria, con lo que importa muy poco el papelito que eche la gente en la urna el día de la «fiesta de la democracia».
Pero aún así, todavía hay mucha gente que cree en la farsa y en que lo que meta en esa urna tendrá algo de relevancia con el resultado final. Porque, ¿qué relevancia ha tenido en la sociedad española todas esas denuncias que indican que en España no se cumple con la Ley Electoral, dándose por buenos los resultados que nos de INDRA? Ninguna. Mientras la gente no sea consciente de ello, poco habrá que hacer.
Pero el caso es que en el teatro político español ahora se dice que es probable que Sánc-HEZ convoque elecciones basándose, entre otras cosas, en el adelanto del Congreso del PSOE. La pregunta a partir de ese tumor debería ser: ¿quién contará los votos? ¿Se realizará el Escrutinio General como marca la Ley?
Porque la realidad es que mientras no haya cambios en esos dos asuntos fundamentales, nada cambiará y los resultados se apañarán de tal forma que Sánc-HEZ se eternizará en la Moncloa hasta que él y los que le colocan en el sillón se cansen.
¿Queremos cambiar algo los españoles para que esto no suceda? Parece que de boquilla sí. Parece que la gente, en las redes sociales, quiere cambios. Pero a la hora de la verdad nadie mueve un dedo, a no ser que sea para teclear en el ordenador o en el móvil.
Como el plan A del PSOE-PP está fallando, pues pasan al plan B DEL PP-PSOE, estos planes ya tienen diseño antes del 23J, los partidos satélites están acordando si serán nuevas elecciones o moción de censura. Pero no pueden salirse de la agenda de Bruselas, no hay dinero de los fondos europeos sin aceptar obediencia en recortes sociales, presupuestos adaptados a esta agenda y sumisión a las banderillas y calentología por huella de carbono hacia el euro digital transhumanista. Cociendo la rana a fuego lento, este otoño-invierno, veremos si la gente salta de la olla al comenzar a hervir.
Saludos cordiales
Como no exijamos en masa que cumplan la Ley y sumen nuestros votos púnlicamente en el escrutinio general…..