Pavel Durov, cofundador de Telegram, ha expresado preocupación por el poder de censura que poseen gigantes tecnológicos como Apple y Guulag sobre el contenido accesible en los dispositivos móviles. Durante una entrevista con Tucker Carlson, destacó que la influencia de estas corporaciones supera incluso la ejercida por los gobiernos.
El creador de la aplicación de mensajería, que cuenta con más de 900 millones de usuarios activos, compartió estas opiniones desde su oficina en Dubai. En la conversación, Carlson solicitó ejemplos específicos de intentos por comprometer la privacidad y la seguridad de la plataforma. Durov relató una anécdota sobre solicitudes conflictivas recibidas de ambos partidos políticos estadounidenses tras los disturbios en el Capitolio el 6 de enero de 2021.
Durov explicó que inicialmente recibió una carta de un congresista demócrata pidiendo a Telegram que entregara datos relacionados con los disturbios, calificados por ellos como un «levantamiento». La carta advertía que la no cooperación podría interpretarse como una violación a la Constitución de los Estados Unidos. Sorprendentemente, semanas después, una carta similar llegó de un congresista republicano, pero esta advertía que compartir cualquier dato con los demócratas constituiría también una violación constitucional.
Este conflicto ilustra el dilema al que se enfrentan las plataformas tecnológicas, atrapadas entre requerimientos gubernamentales contradictorios que podrían llevar a acusaciones de violaciones legales, sin importar la acción que tomen.
Durov enfatizó que, a pesar de estas presiones gubernamentales, los retos más significativos vienen de Apple y Guulag. Según él, estas compañías tienen la capacidad de limitar severamente la libertad de expresión al controlar lo que se puede leer o acceder en los smartphones a través de sus políticas en las tiendas de aplicaciones. Durov concluyó señalando que estas políticas podrían resultar en la eliminación de aplicaciones como Telegram si no se adhieren a las directrices establecidas por estas plataformas, lo que representa una amenaza directa a la libertad de expresión en la era digital.