Nivel negro, lo llaman. Activado por el Ayuntamiento de Carapolla y caracoños adláteres. Un Madrid invivible, sin más, en una España de la amnistía que se va de puto puente ( el que puede) a una ciudad contaminada, repleta de obras, de ruidos, de atascos y de coches. Una España que adora la muchedumbre, el jolgorio, el infierno en vida. Gente encantada de hacer horas de coche o tren o avión para esperar, tan solo porque mucha gente más está también esperando sin saber muy bien a qué. O a quién.
Infiernos y jaranafilia
Hay colas por todos lados. Preciados y Callao, Gran Vía y Plaza España, intransitables. Horas y más horas para comer una hamburguesa en el food truck de Daviz Muñoz derivando la cosa en reyertas. Colas de 200 metros para comer un buñuelo de bacalao. Turnos de más de 100 personas para comprar un bocata de calamares en la Plaza Mayor. Colas de magufos de las matemáticas que dan la vuelta a la manzana para comprar en Doña Manolita. Colas para comprar un mollete de tortilla de presunta alta cocina en el Barrio de Salamanca. Colas nocturnas de influencers para la apertura de una tienda efímera de la marca de ropa china lowcost Shein. Colas y colas y más colas. Madrid, distopía de la espera sin desespero. Madrid, consumada distopía de la liberticida Díaz Ayuso: la libertad de hacer colas.
Jaranafilia, grosso modo, ese psicótico apremio de ir a lugares atestados de gente y de baraúnda y batahola, de arribar a una playa vacía donde solo hay dos sombrillas y van y te colocan una junto a la tuya, tan habitual el hecho. Y Madrid deviene la urbe perfecta para esos compradores de papel higiénico plandémicos ( ¿ recuerdan?), para los jaranafílicos, pues, gente que ansía la aglomeración, el sinvivir, la nada, gente que tiene miedo a estar sola, ¿lo tiene porque sencillamente no se aguanta?). Madrid, una ciudad cada vez más desustanciada/gentrificada ( lo postrer, Puerta del Ángel), empeñada en echar a patadas a sus ciudadanos y en llenarla de desubicados turista pánfilos que pagan, mientras, precios de auténtico atraco a mano armada.
En fin.
Vacuna, neuromodulacion de la población borreguil y ruina económica en ciernes…
Suma y sigue..
https://www.20minutos.es/cinemania/series/muere-actor-benjamin-zephaniah-peaky-blinders-5197134/
Totalmente se viene el infierno para los envenenados
Pues sí, la Ayuso, como los líderes de los restantes partidos, es también liberticida por ser cómplice de la ilegal «no suma» de los votos en el escrutinio general de las últimas elecciones del 23j (infórmese en Elecciones Transparentes)