sábado, noviembre 23, 2024
InicioOpiniónColaboradoresLas imprudencias de doña Letizia

Las imprudencias de doña Letizia

Artículo de Alfonso de la Vega

Si el gran Timonel se muestra como desmadrado y asaz deslenguado en estos últimos tiempos comportándose de modo imprudente para la conveniencia del cargo que detenta, la propia señora de don Felipe Borbón Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg que disfruta el cargo de reina consorte no le andaría a la zaga.

No deja de ser curioso que mientras Su Majestad se tienta la ropa extremando escrupulosamente el cuidado antes de dar un mínimo paso en defensa de España y de los legítimos intereses del pueblo que le paga sus privilegios, a fin según nos dicen de no querer ser tachado de poco neutral, su señora consorte se meta imprudentemente en todos los charcos habidos y por haber, en temas en los que muestra tener una ignorancia supina.  Y una hipocresía, incoherencia o falta de decoro aún mayores.

El comentario viene a cuento de la extraña participación activa de la consorte en un debate de clausura del XVI seminario internacional de lengua y periodismo sobre el tema Cambio climático: lenguaje y comunicación celebrado en un lugar tan emblemático como San Millán de la Cogolla, donde Gonzalo de Berceo compusiese la considerada primera obra en lengua española, en honor de la Virgen, Nuestra Señora.

Contra su costumbre de ir siempre de punta en blanco o estudiadamente desaliñada para ser el motivo de lisonjas subvencionadas o dímes y diretes la periodista consorte aprovechó la ocasión para meterse en camisa de once varas. En un ambiente en el que se criticaba los que llamaban «negacionistas», mostró su apoyo al decrecimiento económico, a la disminución del consumo de energía, y a entidades dignas de toda sospecha para cualquiera que sepa de qué va realmente la cosa como el Greenpeace del magnate Rockefeller.

Piense lo que piense y no le vendría mal asesorarse y documentarse para formarse criterio antes de desvariar, doña Leticia debiera extremar la prudencia institucional. No es una periodista frívola e indocumentada más, quien pontifica en asunto tan delicado que puede suponer la vida o muerte de millones de personas, sino toda una reina consorte. Se trata del sueño de la plutocracia financiera sin escrúpulos morales que a su vez resulta ser la pesadilla para mucha gente normal. De modo que a esta siniestra corte plutocrática le habría salido aquí otra buena y motivada discípula que además ni siquiera lo disimula.

Pero está el pequeño problema de predicar con un mínimo ejemplo. Doña Leticia un poco trastabillada nos explicaba y solicitaba apoyo a las mañas eugenésicas de filantrópico y resilente sostenible fomento de la miseria, porque hay que gastar menos, también energía y esas cosas. Pero entre tanto su niña pequeña se va en falcón oficial de compras a Paris. O va y viene de fin de semana desde su modesto colegio en tierra de piratas.

No se  da cuenta la intrépida reina periodista que por mucho que ahora le doren la píldora, como pasaba con el hoy destronado y repudiado emérito sin ir más lejos, es que si la plutocracia se sale con la suya ella y su descendencia también serán sacrificadas.

Y es que lo del cambio climático, aunque tiene importantes aspectos técnicos que deben valorarse en su propio contexto, resulta otro instrumento engañoso pero muy eficaz de servidumbre y dominación de los pueblos. En realidad, el dilema político principal actual se resume en Soberanía y Estado nación versus Globalización y tiranía.

En el primer caso la capacidad letal de la plutocracia se ve menguada o hasta cierto punto algo controlada por las leyes y tradiciones nacionales. Esto lo dicen desde hace tiempo varias figuras promotoras del Nuevo Orden Mundial.

Por ejemplo. Edmond de Rothschild: “La estructura que debe desaparecer es la nación”.

Warburg, de la Round Table y del CFR, ante una comisión del Senado estadounidense: “La única interrogante de nuestro tiempo no es si el Gobierno Mundial será alcanzado o no, sino si será alcanzado pacíficamente o con violencia. Se quiera o no, tendremos un gobierno mundial. La única cuestión es saber si será por concesión o por imposición.

De  Michelis, ex-ministro italiano de Asuntos Exteriores: “El poder ha de ser inevitablemente transferido de las naciones soberanas a instituciones supranacionales”

 J K Galbraith, socialista fabiano, profesor de la Universidad de Harvard, sucursal académica del Council on Foreign Relations y de la Comisión Trilateral: “El socialismo moderno no dependerá de los teóricos o de los políticos, sino de los dirigentes de las empresas multinacionales.

En resumen, cuidado con lo que está verdaderamente en juego, que no es precisamente el fingido cambio climático sino la naturaleza del poder mundial.

EsDiestro
Es Diestro. Opinión en Libertad
Artículo relacionados

2 COMENTARIOS

  1. Se cree muy lista esta asquerosa comunista, nunca me cayó bien esta funambulista, se juntó con el masón número 33 que es otro del que prefiero no hablar porque me da asco y ganas de vomitar, no se como se atreven a hablar de España cuando la están destruyendo y a los españoles nos están sustituyendo por esos de piel oscura que están trayendo para enfrentarlos a nosotros y acabar con la raza blanca occidental, vienen hombres solos en edad militar, las mujeres ya las tienen acá y la gente no se entera de na, es muy triste ver como nos están exterminando y la gente sigue adorando al marrano que nos han puesto en el gobierno.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Entradas recientes