sábado, noviembre 23, 2024
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Michael Boor ha entrado en una guerra a muerte contra la mafia del Kit Digital

Para hablar de este tema me tengo que remitir a lo que ya os conté hace bastante tiempo, pues la situación no ha cambiado: el Estado me está haciendo competencia desleal mientras me saquea unos impuestos que son para pagar auténticas mierdas y que se supone que tengo que poder financiar mientras me quitan los clientes.

“Aquí no importa que seas el mejor en algo y que puedas demostrarlo por tus propios resultados. Lo que importa es que puedas demostrar que eres parte de una casta que se quiere apoderar de absolutamente todo y pisarnos a los que ellos consideran gusanos. En mi caso, la verdad, no puedo ser más barato ni efectivo en posicionar a las empresas en Google y aumentar las ventas y, además, sin necesidad de pagar a ninguna plataforma del NOM”.

Requisitos para tramitar el Kit Digital: si quieres trabajar y tramitar fondos públicos tienes que ser millonario

Esta gente no hace más que sacarme dinero de impuestos y encima me quitan los clientes con el razonamiento de que no gano suficiente dinero para en un mercado en el que lo único que necesitas es un ordenador y una conexión a Internet. Y encima de todo, los propios responsables de revisar los proyectos del Kit Digital en Cantabria, que es la Cámara de Comercio de Cantabria, me han reconocido que esta ayuda estaba pensada desde el principio para que sólo las grandes empresas la pudieran tramitar. Luego disimularon un poco más y exigieron que el que quiera trabajar en esto tiene que ser millonario:

a. Una facturación acumulada de, al menos, 100.000 euros en los dos años

anteriores a contar desde el momento de la presentación de la solicitud

de adhesión, o 50.000 euros en el año anterior, en proyectos similares a

los que se deben desarrollar para los beneficiarios en cualquiera de las

categorías de soluciones de digitalización del Anexo IV de la Orden de

Bases. Para el caso de las personas en situación de autoempleo sin

trabajadores a su cargo, la facturación acumulada deberá ser de, al menos,

70.000 euros en los dos años anteriores a contar desde el momento de la

presentación de la solicitud de adhesión, o 35.000 euros en el año

anterior, en proyectos similares a los que se deben desarrollar para los

beneficiarios en cualquiera de las categorías de soluciones de

digitalización del Anexo IV de la Orden de Bases. La facturación que se

acredite deberá corresponder al mercado español.

La Cámara de Comercio de Cantabria reconoce a Michael Boor que esta ayuda está pensada para favorecer a ciertos gigantes

Esto es para repartir el botín público entre los grandes. No para favorecer a ninguna pequeña o mediana empresa, como se supone que es el espíritu de esta ayuda para digitalizar empresas. Porque las empresas sí se están digitalizando con dinero público, eso por supuesto, pero yo entiendo que no puede ser a costa de barrer literalmente todo el tejido económico y empresarial de los que nos dedicamos a esto desde hace años.

La verdad es que he intentado arreglar esto por las buenas, como es lógico, pero hasta ahora no he podido. Las conversaciones con esta gente de la Cámara de Comercio han terminado de la forma que ya estoy acostumbrado cuando se trata de que en estas oficinas públicas tienen que tapar algún tipo de enjuague político de ahí arriba. Ya me pasó con la Inspección de Trabajo de Cantabria, cuando tuve que subir a las más altas instancias de ese servicio público para que me hicieran caso con un accidente laboral que se negaban a investigar porque decían que no tenían gente. Pero, vamos a ver: ¿acaso eso es mi problema? Tal vez a eso debería ir nuestro dinero público en primer lugar y no a hacer caridad con la casa ajena, como se está haciendo con el Kit Digital, que nos lo sacan de los impuestos y es un dinero público que va directamente a las empresas más grandes, sin dejar ninguna oportunidad a que los pequeños autónomos podamos acceder a gestionar esos bonos. Aunque seamos mucho mejores que la media de lo que se ofrece.

En el gobierno más socialista de la historia importa mucho si eres rico o no

Incluso para poder trabajar te piden que ganes más de 100.000 euros. Esto es en esencia lo que me ha pasado a mí y a un montón de compañeros míos por todo el país: regalan dinero público y dejan fuera de la película a los que hacemos ese trabajo y podemos tramitar estas ayudas. Para eso ya tienen a Vodafone, a Telefónica (Bee Digital) y otras grandísimas corporaciones que son las que pueden beneficiarse de unas condiciones para la tramitación y cobro de estos bonos del Kit Digital que son inasumibles para un pequeño empresario. Es que ni siquiera han disimulado.

Y tampoco hay que olvidar el papel de la ultra subvencionada prensa del régimen en el Kit Digital, que se ha metido de lleno en un negocio de marketing en el que pueden pastar a conciencia dinero público, ya que ellos también ganan más de 100.000 euros al año. Y como no tienen más que hacer que subcontratar en masa a becarios para que hagan cuatro historietas, aprovechándose de la infraestructura que ya tienen en Internet, pues prácticamente sólo hay que sentarse a cobrar de unos clientes que han fidelizado con dinero público y seguirán manteniendo de esa manera.

Aquí hay un negocio muy gordo por detrás que se basa en que sólo pueden ser ricos los de siempre, que por supuesto que se están haciendo más ricos con nuestro dinero público. Pero yo no me pienso quedar callado mientras la cámara de comercio está tramitando esta abusiva ciudad pública que se está cargando a un montón de profesionales y empresas pequeñas para favorecer a los que les cuentan los votos el día de las elecciones y les ríen las gracias en la prensa.

Me envían a hacer turismo porque dicen que ellos no tienen nada que ver

Como no pueden decir nada para defenderse de los argumentos que traigo, de aquellos forman parte de esta historia de abuso de alguna manera, aunque según ellos reciben órdenes de un fantasma, se dedican a enviarme de turismo a las afueras de Santander porque dicen que ellos no tienen nada que ver. Ese tipo de vaciles. O te dicen que hables con la ministra Nadia Calviño que no sé quién ni quién es, pero que en todo caso será la jefa de ellos y no la mía, gracias a Dios. Se escudan en que esto son órdenes del gobierno y hasta te dicen que son fondos que vienen de Europa, que ellos no saben nada, bienvenidos a la tiranía global del siglo XXI en la que te quitan el trabajo y resulta que tienes que ir a quejarte a Bruselas. Como se diría antiguamente, pídele cuentas al maestro armero o como se diga.

Cuando no tienen nada que decir en estas oficinas públicas, como es su costumbre, recurren a meterte en un pantanal en el que ellos luego te pueden acusar de haber montado un pollo o hasta de haber amenazado a alguien, pero para eso recomiendo grabar siempre las llamadas y evitar que ciertos impresentables se empeñan en librar una batalla de egos cuando para mí esto es una batalla legal por mi supervivencia. Tampoco estoy diciendo que la Cámara de Comercio de Cantabria sea culpable de lo que me ha pasado y lo que me está pasando, pero definitivamente son los únicos a los que puedo dirigirme físicamente en una situación que me afecta en el pan de mis hijos. Y lo único que pido es que sean un poco más comprensivos y que ofrezcan alguna alternativa a los que nos hemos quedado fuera del reparto de este botín de dinero público que sólo se ha creado para sobornar a la prensa y a otros grandes y estatales conglomerados.

Todos estos cargos públicos tienen una aversión por hablar con el público que les pagamos

La verdad es que todos estos cargos públicos o semi públicos tienen una auténtica aversión por hablar con el público que les pagamos su sueldito. Y suelen tener subalternos por delante o esbirros que les hacen de barrera. Que te desaniman de seguir intentando quedar con esa persona o hablar con ellos y que te hacen mil preguntas en plan de para qué quieres verle hasta que puedas, saltar como hice yo, tuve que decir al secretario que quiero ver a ese presidente de la Cámara de Comercio y punto. No te jode. Por eso estoy llamando, claro, porque quiero verle y no necesito los consejos de un intermediario ni esas excusas que no tienen más sentido que ponerle barreras absurdas a un ciudadano que exige sus derechos y nada más.

Lo primero que te encuentras en el vestíbulo de la Cámara de Comercio de Cantabria es un montón de cubos de colores que os podéis imaginar lo que quieren representar. La puñetera agenda de las narices. Para eso sí que espabilan. Pero para decirte de dónde nos llegan las órdenes para arruinar al pequeño empresario eso no. Ahí están todas las puertas cerradas y enseguida se ponen a la defensiva, como si estuvieras atacando el Santa Santorum.

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