Hoy hemos sabido que el mayor problema que sufría España en las últimas décadas puesto que Rubiales ha dimitido como presidente de la Federación Española de Fútbol. Aquello de los precios de los combustibles, de la alimentación, las fumigaciones del cielo, la persecución al disidente o los asesinatos cometidos por las banderillas, problemas absolutamente menores, serán cosa de debate para otro momento. Quizás en otra vida.
Pero como vivimos en un país en el que, cuando nos quitamos un grandísimo problema como ese aparece otro, nos hemos encontrado con la continuación del cuento de Rubiales: un jugador del Real Zaragoza de Fútbol se ha tocado los genitales al marcar un gol y claro, esto no puede ser. Un país como España, tan pulcro y justo en todo, no puede permitir algo así.
Y es que, ¡¡dónde vamos a parar con estas cosas!! En esta dictadura encubierta. En esta país tan acostumbrado a las injusticias, a la corrupción y al saqueo. En un país en el que cualquiera puede entrar en tu casa, robártela y estar protegido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por la justicia, lo ideal es confundir la mala educación con la ilegalidad y perseguir este tipo de cosas.
España ya va camino de estar llena de tontos a estar llena de retrasados mentales y todo ello, con el permiso de los afectados debido a su escandaloso silencio. Y es que lo que sucede aquí ya no se basa en la estupidez, en la falta de entendederas o en la simpleza. Se basa en problemas mentales de gran calado que tienen una solución que ya parece imposible encontrar.
Por cierto, del pucherazo ni hablar no sea que vayamos a despertar y nos vayamos a encontrar con la cruda realidad. Mejor seguir en este mundo dominado por los imbéciles.