¿Recuerdan ustedes lo que sucedió el año pasado? A estas alturas del verano, e incluso bastante antes de que comenzara, España estaba asolada por los incendios. Incendios de punta a punta de nuestro país. Y nos contaban que esos incendios eran, en su mayoría, provocados por la farsemia climática o por agricultores y ganaderos a través de cientos de focos, por diferentes y absurdas excusas.
¿Y este año de «récords de calor»? ¿Y este año que nos vamos directos al hoyo del famoso cuento climático? ¿Por qué no hay incendios? ¿Porque a los agendistas no les queda nada más por quemar? ¿Por jugar al despiste antes de las elecciones? ¿O porque esos «malvados» agricultores y ganaderos ya no tienen nada de qué protestar? ¿Qué pasa? ¿No les resulta curioso?
La farsa que nos cuentan los agendistas sigue siendo igual que era al principio: burda. Ellos siempre cuentan con el despiste generalizado de la población y también con su vagancia y con su falta de interés en todo lo que no le sea dicho por el oficialismo.
Pero habiendo mucho «oficialista», no todos somos así. Por eso muchos nos hacemos ahora este tipo de preguntas. Observamos, sorprendidos, que ya no hay tanto incendio como antes, que tampoco tenemos tantos aviones en el cielo echando porquería y que nos quieren dejar un poco tranquilos para que no lo tengamos en cuenta en estas fechas.
Y muchos se preguntarán, ¿qué más da? Si va a haber un pucherazo electoral. Sí, pero no es lo mismo falsificar mil, que un millón.